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| Temperley | 43 | 19 | 5 | 24 |
| U. y Progreso | 38 | 14 | 10 | 24 |
| Newell´s | 36 | 12 | 12 | 24 |
| Regatas | 36 | 12 | 12 | 24 |
| Unión AS | 35 | 11 | 13 | 24 |
| Atlantic | 32 | 8 | 16 | 24 |
| Fisherton | 32 | 8 | 16 | 24 |
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"NO EXISTE LA DECISIÓN FIRME DE LOS DIRIGENTES PARA QUE ROSARIO TENGA LIGA" |
| 31/10/2014 |
| Informacion General | | | Entrevista |
"NO EXISTE LA DECISIÓN FIRME DE LOS DIRIGENTES PARA QUE ROSARIO TENGA LIGA"
El entrenador rosarino Pablo D'Angelo, que recientemente asumió en Atenas de Córdoba, habló con los colegas de Sport Music por Fisherton CNN y expresó sus sensaciones con respecto al pasado, presente y futuro del básquet en Rosario. Además realizó un análisis sobre la actual temporada de su equipo y el nuevo formato de la Liga Nacional. No te pierdas ningún detalle
Martín Domínguez - Sport Music por Fisherton CNN
Pablo D'Angelo habló de todo. Foto: La Mañana de Córdoba
Twitter: @mdominguez35
-¿Me imagino que cuando llegó el llamado de Atenas lo tuviste que pensar muy poco, no?
-La temporada pasada tuve algunas posibilidades, pero decidí no tomarlas. Me pareció prudente después de haber perdido la final con San Martín de Corrientes en el TNA, esperar un poco y ver alguna posibilidad buena, no ir a la primera que saliera. Las que tuve eran todas muy respetables, pero me quedé toda temporada analizando cosas y tratando de estar más con la familia. Ahora la verdad es que tenía muchas ganas de estar de nuevo en una cancha, porque es la vida de uno. Y ni hablar de que ese llamado provenga del equipo más ganador de la Liga, en una situación que no la esperaba, porque iban recién cuatro fechas y la renuncia del entrenador no la podía suponer nadie.
¿Qué importancia tiene el juego de mañana ante Libertad, pensando que si bien hoy en día los de Sunchales están con un mejor record, en la planificación de futuro asoman como un rival en un mismo escalón, junto a otros siete equipos que van a luchar por los playoffs?
-Este año la liga va a tener 54 partidos y recién van 9. Lo que pasa es que dirigir Atenas es diferente a dirigir cualquier otro equipo, ya que la obligación de ganar siempre es permanente. Es similar a lo que ocurre con Boca en el fútbol. Es un examen todos los días. Los jugadores tienen esa presión. Atenas además de ser una marca en el básquet, es un símbolo en Córdoba, donde está a la altura de los equipos de fútbol en lo que hace a pasión y convocatoria. Hay que estar siempre preparado para todos los juegos y ganar todo lo que se pueda.
-Recién mencionabas la temprana salida de Arrigoni en cuatro fechas, pudiste hablar con el plantel sobre ese tema y más aún después de los dichos de la Pepa que dijo que no les llegaban las ideas que él planteaba?
-No es la primera vez que me toca llegar a un equipo con la temporada iniciada. Como entrenador he pasado por diferentes momentos. Me tocó varias veces esta situación, pero nunca tan temprano. Lo mejor es dar vuelta la página. En la intimidad más que preguntar hay que mirar mucho, escuchar, ver cosas y nosotros tenemos que ser muy cuidadosos con la palabra. Yo noté que los jugadores estaban muy preocupados,, con el ánimo bien. Además me encontré con un equipo bien entrenado, que estaba bien físicamente, que tenía claro un montón de aspectos del juego, quiero destacar eso. Es mucho más fácil decir que el equipo estaba mal y era difícil de levantar, pero me parece que eso no es bueno y no hay que actuar así con un colega, que evidentemente renunció porque en ese momento no habrá sentido fuerzas suficientes para llevarlo adelante.
-Con respecto al extranjero, que hoy en día no tienen, ¿La idea es buscar en el próximo receso algún jugador de esa clase?
-Hay que aceptar que el club siempre tiene un proyecto de los directivos principales en el armado del equipo y el entrenador tiene que entrenarlo y dirigirlo. A mí no se me cae ningún anillo, no es “al equipo lo armo yo o sino nada”, no es así. Hay que decir la verdad, el equipo está armado y yo tengo que dirigirlo así como está. Atenas decidió jugar sin extranjero en un principio, yo tomé la conducción en esas condiciones y por ello no me parece prudente hoy estar hablando de cambios. Lo haré en la intimidad cuando tenga una evaluación, algo que todavía no he hecho.
-En lo que refiere al futuro y la recuperación del equipo, ¿En cuánto influye que se jueguen muchos partidos seguidos y que haya un 100 por ciento de arrastre de puntos para la segunda ronda?
-Es una experiencia que se juegue así. En principio a mí no me está pareciendo buena en general, pero tampoco hay que ser negativo y decir que está mal. A mí no me gusta este formato, no me parece que vaya a resultar bueno, pero hay que esperar a que pase la temporada para sacar conclusiones. No me parece correcto que no haya paridad en cuanto a los descansos y los esfuerzos. Muchas veces se enfrenta un equipo que hace una semana que no juega contra otro que lo hizo cuatro veces. Eso te puede tocar de un lado o del otro. No es lo adecuado que se enfrenten dos equipos que vienen de trajines diferentes. Eso puede modificar el resultado real del juego. Un equipo puede perder porque está muy cansado y no porque es peor que el otro. Eso no me parece deportivamente bueno. Con respecto a la cantidad de partidos, que es más parecida a la NBA, me da la sensación que tarde o temprano va a hacer mella en el físico de los jugadores, ya que en nuestra liga sólo hay 8 profesionales por cada equipo, más dos Sub 23. En la NBA hay 15 profesionales, 12 que se cambian y 3 que van rotando, por eso se puede jugar más seguido. Creo que va a ser perjudicial para la salud de los jugadores.
-Sos un gran seguidor del básquet rosarino, en donde además juega tu hijo Franco, ¿Por qué creés que hoy en día Rosario no tiene un equipo en Liga Nacional? Y a título personal, creo que asoma muy difícil de cara al futuro.
-Yo no pierdo nunca las esperanzas. Durante muchos años, más que un entrenador fui un luchador dentro del básquet en Rosario, para que haya un equipo en Liga Nacional, que fue Newell’s. Lamentablemente hubo algunos intentos, se estuvo muy cerca de llegar a la A, no se pudo y después los proyectos se abandonaron. Luego de haber estado en Boca, me convocó Central. Pensé que podía ser un proyecto serio, el cual fue todo lo contrario. Fue insólito que un club decida comprar una plaza de TNA y a los 15 días no había ninguna intención de hacer las cosas bien. Y así pasó. Yo hice muchos esfuerzos personales porque me gustaría que Rosario tenga un equipo en la Liga. Lamentablemente no es así y creo que el gran motivo es que no existe la decisión firme de los dirigentes de básquet de la ciudad para que ello ocurra. No pasa por otro lado. Hay muchísimos clubes, jugadores. Sin lugar a dudas es el segundo deporte, por detrás del fútbol. Todo pasa por una decisión política y dirigencial. Con que se logre una rueda de mil personas que vayan a la cancha asiduamente, se puede formar un equipo de Liga. Después, Rosario tiene empresas suficientes para poder contar con ellos.
-Mencionabas tu paso por Central, ¿Cómo terminó la relación con el club? ¿Finalmente les abonaron todo lo que les debían, tanto a vos como a los jugadores?
-Sí, en realidad el hecho de abonar o no es un hecho particular de los contratos profesionales. Lo malo de Central fue que pareció que iba a ser un proyecto que nunca fue. Cobrar, dejar de cobrar o hacerlo más tarde, es algo común en Argentina. Por lo menos en lo que respecta a la época esa, Central no le debe nada a nadie. Hubo que esperar, buscar algún camino en puertas judiciales, sin llegar a ello, pero finalmente se cobró. No me gusta cargar las tintas en eso, porque si me pagan a mí o a los jugadores es un problema nuestro. Lo importante acá es que Central pasó de jugar TNA a tener que hacerlo el año que viene en la B, donde se va a enfrentar con Newell’s. Eso demuestra claramente que las instituciones que entienden el deporte profesional en Rosario, al básquet no le dan importancia.
-¿Me imagino que cuando llegó el llamado de Atenas lo tuviste que pensar muy poco, no?
-La temporada pasada tuve algunas posibilidades, pero decidí no tomarlas. Me pareció prudente después de haber perdido la final con San Martín de Corrientes en el TNA, esperar un poco y ver alguna posibilidad buena, no ir a la primera que saliera. Las que tuve eran todas muy respetables, pero me quedé toda temporada analizando cosas y tratando de estar más con la familia. Ahora la verdad es que tenía muchas ganas de estar de nuevo en una cancha, porque es la vida de uno. Y ni hablar de que ese llamado provenga del equipo más ganador de la Liga, en una situación que no la esperaba, porque iban recién cuatro fechas y la renuncia del entrenador no la podía suponer nadie.
¿Qué importancia tiene el juego de mañana ante Libertad, pensando que si bien hoy en día los de Sunchales están con un mejor record, en la planificación de futuro asoman como un rival en un mismo escalón, junto a otros siete equipos que van a luchar por los playoffs?
-Este año la liga va a tener 54 partidos y recién van 9. Lo que pasa es que dirigir Atenas es diferente a dirigir cualquier otro equipo, ya que la obligación de ganar siempre es permanente. Es similar a lo que ocurre con Boca en el fútbol. Es un examen todos los días. Los jugadores tienen esa presión. Atenas además de ser una marca en el básquet, es un símbolo en Córdoba, donde está a la altura de los equipos de fútbol en lo que hace a pasión y convocatoria. Hay que estar siempre preparado para todos los juegos y ganar todo lo que se pueda.
-Recién mencionabas la temprana salida de Arrigoni en cuatro fechas, pudiste hablar con el plantel sobre ese tema y más aún después de los dichos de la Pepa que dijo que no les llegaban las ideas que él planteaba?
-No es la primera vez que me toca llegar a un equipo con la temporada iniciada. Como entrenador he pasado por diferentes momentos. Me tocó varias veces esta situación, pero nunca tan temprano. Lo mejor es dar vuelta la página. En la intimidad más que preguntar hay que mirar mucho, escuchar, ver cosas y nosotros tenemos que ser muy cuidadosos con la palabra. Yo noté que los jugadores estaban muy preocupados,, con el ánimo bien. Además me encontré con un equipo bien entrenado, que estaba bien físicamente, que tenía claro un montón de aspectos del juego, quiero destacar eso. Es mucho más fácil decir que el equipo estaba mal y era difícil de levantar, pero me parece que eso no es bueno y no hay que actuar así con un colega, que evidentemente renunció porque en ese momento no habrá sentido fuerzas suficientes para llevarlo adelante.
-Con respecto al extranjero, que hoy en día no tienen, ¿La idea es buscar en el próximo receso algún jugador de esa clase?
-Hay que aceptar que el club siempre tiene un proyecto de los directivos principales en el armado del equipo y el entrenador tiene que entrenarlo y dirigirlo. A mí no se me cae ningún anillo, no es “al equipo lo armo yo o sino nada”, no es así. Hay que decir la verdad, el equipo está armado y yo tengo que dirigirlo así como está. Atenas decidió jugar sin extranjero en un principio, yo tomé la conducción en esas condiciones y por ello no me parece prudente hoy estar hablando de cambios. Lo haré en la intimidad cuando tenga una evaluación, algo que todavía no he hecho.
-En lo que refiere al futuro y la recuperación del equipo, ¿En cuánto influye que se jueguen muchos partidos seguidos y que haya un 100 por ciento de arrastre de puntos para la segunda ronda?
-Es una experiencia que se juegue así. En principio a mí no me está pareciendo buena en general, pero tampoco hay que ser negativo y decir que está mal. A mí no me gusta este formato, no me parece que vaya a resultar bueno, pero hay que esperar a que pase la temporada para sacar conclusiones. No me parece correcto que no haya paridad en cuanto a los descansos y los esfuerzos. Muchas veces se enfrenta un equipo que hace una semana que no juega contra otro que lo hizo cuatro veces. Eso te puede tocar de un lado o del otro. No es lo adecuado que se enfrenten dos equipos que vienen de trajines diferentes. Eso puede modificar el resultado real del juego. Un equipo puede perder porque está muy cansado y no porque es peor que el otro. Eso no me parece deportivamente bueno. Con respecto a la cantidad de partidos, que es más parecida a la NBA, me da la sensación que tarde o temprano va a hacer mella en el físico de los jugadores, ya que en nuestra liga sólo hay 8 profesionales por cada equipo, más dos Sub 23. En la NBA hay 15 profesionales, 12 que se cambian y 3 que van rotando, por eso se puede jugar más seguido. Creo que va a ser perjudicial para la salud de los jugadores.
-Sos un gran seguidor del básquet rosarino, en donde además juega tu hijo Franco, ¿Por qué creés que hoy en día Rosario no tiene un equipo en Liga Nacional? Y a título personal, creo que asoma muy difícil de cara al futuro.
-Yo no pierdo nunca las esperanzas. Durante muchos años, más que un entrenador fui un luchador dentro del básquet en Rosario, para que haya un equipo en Liga Nacional, que fue Newell’s. Lamentablemente hubo algunos intentos, se estuvo muy cerca de llegar a la A, no se pudo y después los proyectos se abandonaron. Luego de haber estado en Boca, me convocó Central. Pensé que podía ser un proyecto serio, el cual fue todo lo contrario. Fue insólito que un club decida comprar una plaza de TNA y a los 15 días no había ninguna intención de hacer las cosas bien. Y así pasó. Yo hice muchos esfuerzos personales porque me gustaría que Rosario tenga un equipo en la Liga. Lamentablemente no es así y creo que el gran motivo es que no existe la decisión firme de los dirigentes de básquet de la ciudad para que ello ocurra. No pasa por otro lado. Hay muchísimos clubes, jugadores. Sin lugar a dudas es el segundo deporte, por detrás del fútbol. Todo pasa por una decisión política y dirigencial. Con que se logre una rueda de mil personas que vayan a la cancha asiduamente, se puede formar un equipo de Liga. Después, Rosario tiene empresas suficientes para poder contar con ellos.
-Mencionabas tu paso por Central, ¿Cómo terminó la relación con el club? ¿Finalmente les abonaron todo lo que les debían, tanto a vos como a los jugadores?
-Sí, en realidad el hecho de abonar o no es un hecho particular de los contratos profesionales. Lo malo de Central fue que pareció que iba a ser un proyecto que nunca fue. Cobrar, dejar de cobrar o hacerlo más tarde, es algo común en Argentina. Por lo menos en lo que respecta a la época esa, Central no le debe nada a nadie. Hubo que esperar, buscar algún camino en puertas judiciales, sin llegar a ello, pero finalmente se cobró. No me gusta cargar las tintas en eso, porque si me pagan a mí o a los jugadores es un problema nuestro. Lo importante acá es que Central pasó de jugar TNA a tener que hacerlo el año que viene en la B, donde se va a enfrentar con Newell’s. Eso demuestra claramente que las instituciones que entienden el deporte profesional en Rosario, al básquet no le dan importancia.
