Su experiencia no había sido la mejor en el paso anterior. Acusado de quichicientas cosas que nunca le comprobaron, se había esforzado en mantener al equipo en la máxima categoría. Perseguido por la prensa, denostado por sus últimos socios, creyó conveniente un cambio de rumbo, dejó también de jugar (¿?¿?) y se dedicó a los fierros (se dedicó, nadie le dice fierro porque le va bastante bien).

Pero la pasión puede más y apenas supo que uno de los clubes de sus amores (son tantos….) necesitaba apoyo para una patriada se la jugó y se puso a disposición con la hidalguía de los símbolos, una especie de Miguel Russo en epopeyas canallas (evitaremos reírnos de la situación de Central).

Pero llegó lo impensando, otra vez la ingratitud, la pobreza mental. Le dijeron: “Ni en pedo” a su oferta. Habrá que volver a los boxes, que ahí parece que todavía no lo conocen bien.

La historia de esta página sigue, agradeciendo a las autoridades engripadas, que se decidieron a darme el lugar que me corresponde, y felicitando a los periodistas serios y a Lanfranchi por su pelea de divas al mejor estilo Moria-Gasalla. Hacía falta algo para entretenernos en el receso por barbijo.

También queremos saludar a los chicos de La Página del Básquet, donde quien quiera puede dejar sus mensajes agresivos, violentos e impunes. Es permanente la agresión hacia Molten y los diferentes medios, así que suma. Ahora además levantan las notas de las otras páginas. Unas fieras. Apoyo incondicional.

Antes de la despedida de esta escueta nota, dejamos preguntas flotando en el aire cual virus de influenza: ¿Domínguez no va a Sportsmen porque Saladillo jugará la C (dicen Liga C, no primera C, por las dudas)? ¿Central jugará la Liga B ahora que Usandizaga abandonó otra vez? ¿o jugará el TNA?

Es demasiado. Que sigan en la pavada Pesalame y GIL berto. Besos.