Como fui un hombre bueno durante estos largos doce meses y prácticamente no le falté el respeto a nadie, te pido que por favor consideres mis peticiones y tengas a bien cumplir mis deseos, reiterando que en casi todos los casos estoy solicitando cosas para los demás en desmedro de mis propios intereses.

Entonces, querido Papá Noel, quería implorarte por un servidor más rápido que no se cuelgue por las noches y por los editores un poco más dispersos para que se puedan subir más mensajes picantes y más columnas de Lanfranchi que son tan divertidas.

Estimado Papá Noel, te pido que le consigas una vida a Stefano y que se la dejés abajo del arbolito tras bajar de la chimenea. Si no llegás a tiempo vos decile a los Reyes que se la dejen pero hagamos algo porque ya no se lo aguanta y para colmo me ganaron en todas las fechas del Súper Equipo.

Ya volveré a las cuestiones internas de la página, pero también quiero rogar que entre los regalos a los directivos de la Rosarina puedas mandar algunas ideas que no usen los duendes para poder hacer un torneo más interesante. Si te sobran algunos trajes tuyos regaláselos a los del tribunal que se van a tener que disfrazar próximamente para que no los puteen. A otros directamente te pediría que los pises con los renos, pero como es época de paz y amor no voy a hacerlo.

Por último, quiero pedir por todos los que hacen, hacemos, la página, por tener salud, amor, paz, y algo para morfar. Y agradecer a los que leen, escriben, divierten y entienden que es todo parte de una gran broma. Y a los dueños de la página, que están al pie del cañón y colaboran para que podamos hacer el trabajo de manera profesional (bueno, no tanto yo sino los periodistas serios). Cuernos para todos.