Cansados de las versiones apocalípiticas de Ferrara, hartos de escuchar y leer a Altamirano hablando en inglés y podridos de ver siempre al mismo en TV (jugando, presentando, vendiendo uffff), queremos proponer una página con algo de optimismo, una visión alegre del torneo rosarino. Hay que destacar lo que está bien y lo que nadie dice. Ya iniciamos hace semanas la onda amor y paz. Seguimos en la senda en pos de un fin de año con regalitos de Papá Noel, o Santa Claus, como le gustaría a Altamirano.

Por ejemplo, a nadie se le ocurrió hacer una nota sobre el increíble logro del pivot de Libertad Hernán Escudero. Después de muchísimas temporadas pudo finalizar una temporada en el mismo club. Obviamente que Molten no maneja estadísticas porque no es una página seria, pero debe hacer al menos una década que este muchacho no termina lo que comienza. Íbamos a redactar “debe hacer una década que este muchacho no juega cinco partidos seguidos en el mismo club”, pero lo cambiamos porque nos informaron que faltaba a dos de cada tres. Bueno, no importa, vale igual.

Tampoco nadie resaltó que entre tanto trabajo y tiempo dedicado a la cama solar, el Panqueque pudo cumplir la fase regular sin golpear a nadie, o al menos sin pegarle a un compañero. Para las críticas están todos. Para las felicitaciones sólo Molten. Bien loquito, la cresta te queda bárbara. Ojo, todavía le quedan los playoffs para aplicar a alguno. Te bancamos.

Otro detalle positivo es que bajaron de categoría los que tenían que bajar. Enojos al margen de los que no tienen humor: ¿alguien cree que Náutico y Unión fueron más que alguno de los que se quedaron en primera? Mano en el corazón antes de insultar a Andrés, please.

La campaña de los pibes de Central refleja a las claras la gran mentira del básquet local. No cobran un mango, entrenan como locos, tienen en plantel más corto y la menor altura. Y les ganan a muchos, molestan a todos. Lo único que falta es que le ganen a Fisherton (bueno, tampoco sería tan complicado). ¿Por qué no los ponen en la Liga B?

Una a favor de la Rosarina: se dieron cuenta de que el torneo que armaron en la B y la C es más corto que pivot de Tiro Suizo y tras matarse pensando inventaron un torneo de postemporada. Obvio, ya les había ganado de mano un pito intrépido que tuvo su campeonato y estuvo Chochi de la vida.

Por último, hay que realzar la importancia de contar con un presidente sensato, lejos de los discursos agresivos y preocupado por el sector amateur. El básquet no corre riesgo de un affaire Usandizaga, incluso perdiendo otra vez la final del provincial de mayores.

Nuestro editor en jefe Fernando Forte pidió textos más cortos y punzantes, por eso nos despedimos hasta la próxima, donde analizaremos casos profundos del básquet o del deporte en general como ¿Pesa más Tolosa o Fabbiani? ¿Tiene sangre Fessia? O ¿Por qué Franzoia salta a cabecear de espaldas?