Sin embargo, rápidamente le han dado lugar a Pesalaccia (disfrazado como su presunto hijo en una muestra cabal de su inagotable capacidad), también han llevado a Stefano Tettamanzi a un lugar de ídolo juvenil (que no termine como Pablito Ruiz por favor) y sólo les falta que alguno de los pibes de Lanfranchi salga a bardear. Una vez más nosotros estamos proscriptos, por eso le dije a moltencito Junior que ni se le ocurra mandar una columna. Ya lo sumé a la producción de esta página para que siga el camino del padre y lo presentamos en sociedad en esta edición con sus fotos para que levante el ánimo, ya que a la desdicha de no poder estar en BRI hay que sumarle que tendrá que levantarse temprano los domingos para ser pelota (su verdadera función) en los partidos de mini y premini.

Es una año electoral en la Rosarina y parece que nuevamente el oficialismo logró desarticular a la oposición incipiente que llegó hasta a ir a elecciones años atrás, algo generalmente extraño en nuestra asociación. Ahora, varios de los que estaban en contra están adentro, varios están desaparecidos y nadie habla de elecciones. A sacarse el sombrero. Ya se ha dicho en alguna ocasión en estas líneas que Néstor y Cristina vinieron a preguntar cómo carajo hacen para que no les aparezcan algún Lole o algún Hermes.

Y las medidas para esta temporada ya surten efecto, porque el torneo preparación (inventado para garcar a los que organizaban copas) está teniendo un éxito inmenso con equipos de gran jerarquía y en cantidad. ¿hubiera sido multitudinario si lo organizaba el árbitro de moda entre los dirigentes?

También es positivo lo del entrenador full time para los pibes. Total, ya tiene arreglado para dejar un amigo en su equipo y volver cuando pueda.

Ni hablar de la noticia que se espera: quién será el presidente. Hasta ahora los periodistas serios, los no serios, los no periodistas y demás arriesgan, pero no hay pista firme. Cuando no hay mucho de dónde elegir todo puede pasar. Seguramente será divertido. Saludos a Lescano, si es que se va, por la buena onda de siempre.

Otro golpe de la Rosarina fue poner a Pablo D’Angelo de DT, aunque no se sabe si va a poder dirigir. Lo cierto es que Pablito, sea campeón o no, también será el encargado de dirigir a Santa Fe en el Argentino tras aquel recordado viaje trunco que terminó en la no presentación del equipo de la provincia. Algunos se la agarran con el DT para esquivar la verdadera responsabilidad: los dirigentes que no pusieron lo mínimo para el viaje. Acuérdense los buscadores de primicias: Molten lo dijo primero.

En Central la cosa anda mejor y hasta piensan en retener a muchos para el torneo local, aunque el número uno del elenco canalla iría tras la papota a Cañada. Igual, parece que serán candidatos como pocos porque los dirigentes quieren salir campeones locales, aunque haya que entregar partidos en la Liga B. No aprenden más.

Lejos de los chicos, cerca de los grandes, Molten se mantiene firme junto al pueblo como crónica TV. No repararemos en gastos para seguir la pista de las informaciones que nadie se atreve a dar.