| Provincial | 46 | 22 | 2 | 24 |
| CAOVA | 45 | 21 | 3 | 24 |
| Atalaya | 43 | 19 | 5 | 24 |
| Temperley | 43 | 19 | 5 | 24 |
| U. y Progreso | 38 | 14 | 10 | 24 |
| Newell´s | 36 | 12 | 12 | 24 |
| Regatas | 36 | 12 | 12 | 24 |
| Unión AS | 35 | 11 | 13 | 24 |
| Atlantic | 32 | 8 | 16 | 24 |
| Fisherton | 32 | 8 | 16 | 24 |
| Calzada | 29 | 5 | 19 | 24 |
| Ciclón | 28 | 4 | 20 | 24 |
| Saladillo | 25 | 1 | 23 | 24 |
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INSTITUTO, CAMPEÓN DEL SÚPER 20 |
| 30/10/2021 |
| Liga Nacional |
INSTITUTO, CAMPEÓN DEL SÚPER 20
Instituto venció en la final a Gimnasia de Comodoro por 80 a 66 y se quedó con el Súper 20 de la Liga A.
Desde hace cuatro temporadas viene apostando fuerte pero no había podido tocar el cielo con sus manos hasta hoy. Había sed de revancha por esas finales que se le escaparon de Liga Nacional y en estos mismos Súper 20 (e incluso de Liga Sudamericana). Era un pendiente porque nunca había ganado un título en la Liga. Tenía que romper esa maldición, confirmar que más allá de ser uno de los grandes animadores de la Liga durante estos últimos años, podía dar la estocada final y finalmente gritar campeón. Hoy lo logró con este S20, bañado en ese grito de gloria tan atragantado que tenía y ante un Sandrín que explotó en su aforo, que se tiñó de colores albirrojos en una verdadera caldera que estalló en alegría con el desenlace. Le ganó 80-66 a Gimnasia, se alzó campeón indiscutible y puso sobre la mesa su chapa de candidato en un juego de intensidad abrumadora.
Cuando Victoriano llegó a Instituto se supo que dos ambiciosos caminos se habían encontrado. La Gloria iba por todo una vez más y la apuesta estaba puesta en volver confeccionar un plantel que quería ser candidato. Lucas, por su parte, además de haber tenido un gran antecedente con Regatas, aterrizaba con su filosofía de crear un equipo intenso, dinámico, sobresaliente en energía y que construya de atrás hacia adelante para imponer condiciones. Estaba claro, cuando algunos equipos proyectaban más al 2 de noviembre, fecha de inicio de la Liga, para Instituto y Victoriano este S20 no pasaba desapercibido (no por nada fue organizador y sede en dos etapas diferentes del torneo, incluyendo este Final 8), y ese hambre de gloria hoy quedó reflejado una vez más.
Fue de los equipos más regulares del torneo (7-2 en fase regular, y 3-0 ahora), porque a pesar de tener algunos vaivenes en diferentes pasajes de sus partidos la calidad invididual de sus jugadores le dio réditos para destrabar la mayor cantidad de dichos juegos. En esta definición dejó afuera primero a Obras, y luego hizo lo propio contra San Martín en semis. Contra Gimnasia este sábado transitó por los mismos caminos hasta su anhelada coronación.
Se armó para esto, o al menos para dar este primer paso fuertísimo, marcando presencia para lo que viene. No es casual ganar el Súper 20, y es que siempre el equipo que se consagró en este torneo luego tradujo su rendimiento a la Liga Nacional. Recordando que quizá sólo Quimsa en 2018 no cumplió ese parámetro (fue campeón ese año pero luego en la Liga quedó en el primer cruce de playoffs), el resto de los equipos confirmó ese protagonismo después en el calendario LNB (San Martín, campeón en el 17, fue finalista esa temporada; San Lorenzo campeón en 2019 y después también en la Liga; y Quimsa campeón en 2020 y finalista luego en la Liga). ¿Instituto seguirá ese mismo camino? Sólo el tiempo lo dirá, pero a priori la expectativa es muy grande sobre este equipo.
Hoy contó con un Nico Romano ejemplar, que indudablemente sabe cómo jugar este tipo de partidos decisivos. Desde que llegó a Córdoba, en su vuelta al Albirrojo, demostró ser uno de los líderes por experiencia pero también por carácter, por ese empuje que tiene, y hoy lo dejó plasmado también en números: 17 puntos y 10 rebotes. Tanta fue su incidencia que clavó un triplazo entrando al minuto final del partido para sentenciar el juego. Soberbio.
Todo esto fue parte también de un brillante trabajo colectivo y general, porque esa labor de obrero de Gallizzi como su compañero de dupla (13 tantos y 6 rebotes), el manejo de Whelan desde la base (10 y 6), la capacidad anotadora de Loku Cuello (12 unidades y 6 asistencias) o los mismos buenos ingresos de Nico Copello (11 puntos) Fede Elías (7) también le dieron alas a este equipo.
Innegablemente la defensa termina siendo la piedra angular de toda la pirámide exitosa que fue edificando la Gloria. Bajo la filosofía de Victoriano, Instituto se caracterizó desde el primer momento por tener una defensa colosal, con muchísima agresividad y cubriendo a la perfección todos los espacios. Tiene hasta piernas para poder ejecutarlo de manera excelente, y eso se vio traducido cuando dejó a Gimnasia en apenas 29 puntos durante la primera mitad.
Los dos equipos fueron súper intensos, por momentos tomando decisiones algo apresuradas en ataque pero entendiendo la clave defensiva, porque cuando los cordobeses comenzaron a sacar diferencias en el duelo rebotero (mejor en los box outs) el partido comenzó a rumbearse. Los comodorenses pegaron con algunos muy buenos pasajes, sobre todo en el tercer cuarto, de Elliott (19 tantos y 5 rebotes), Vega (10 y 6) y chispazos de Mencia (9 puntos), pero estuvieron bastante contenidos ante un Instituto que siempre los incomodó.
Si a todo el trabajo defensivo le sumamos que, cuando Instituto logró oportunos y muy precisas acciones en ataque, explotando el pase extra y con un muy buen acierto, amalgamó su ventaja y la fue consolidando. Llegó a tener una máxima de 14 en el partido, pero el partido nunca se quebró hasta el final y eso fue mérito también de un Gimnasia que no bajó los brazos, que vivió empujando para recortar la diferencia y en ningún momento se dio por muerto. Por supuesto, cada vez que el Mens Sana apretó, Instituto mostró los dientes y le fue poniendo paños fríos a cada arremetida.
¡Y fue campeón! La experiencia y madurez que demostró el equipo fue ejemplar, porque no sólo se trata de talento individual y colectivo sino también del carácter, esa misma personalidad que tuvo para sacar adelante un partido cargado de emociones, plagado de deseos y que terminó de poner el broche de oro a este Instituto que no se conforma y quiere mucho más. Un campeón con todas las letras, que desde el 2 de noviembre comenzará otro gran sueño: la Liga Nacional.
Cuando Victoriano llegó a Instituto se supo que dos ambiciosos caminos se habían encontrado. La Gloria iba por todo una vez más y la apuesta estaba puesta en volver confeccionar un plantel que quería ser candidato. Lucas, por su parte, además de haber tenido un gran antecedente con Regatas, aterrizaba con su filosofía de crear un equipo intenso, dinámico, sobresaliente en energía y que construya de atrás hacia adelante para imponer condiciones. Estaba claro, cuando algunos equipos proyectaban más al 2 de noviembre, fecha de inicio de la Liga, para Instituto y Victoriano este S20 no pasaba desapercibido (no por nada fue organizador y sede en dos etapas diferentes del torneo, incluyendo este Final 8), y ese hambre de gloria hoy quedó reflejado una vez más.
Fue de los equipos más regulares del torneo (7-2 en fase regular, y 3-0 ahora), porque a pesar de tener algunos vaivenes en diferentes pasajes de sus partidos la calidad invididual de sus jugadores le dio réditos para destrabar la mayor cantidad de dichos juegos. En esta definición dejó afuera primero a Obras, y luego hizo lo propio contra San Martín en semis. Contra Gimnasia este sábado transitó por los mismos caminos hasta su anhelada coronación.
Se armó para esto, o al menos para dar este primer paso fuertísimo, marcando presencia para lo que viene. No es casual ganar el Súper 20, y es que siempre el equipo que se consagró en este torneo luego tradujo su rendimiento a la Liga Nacional. Recordando que quizá sólo Quimsa en 2018 no cumplió ese parámetro (fue campeón ese año pero luego en la Liga quedó en el primer cruce de playoffs), el resto de los equipos confirmó ese protagonismo después en el calendario LNB (San Martín, campeón en el 17, fue finalista esa temporada; San Lorenzo campeón en 2019 y después también en la Liga; y Quimsa campeón en 2020 y finalista luego en la Liga). ¿Instituto seguirá ese mismo camino? Sólo el tiempo lo dirá, pero a priori la expectativa es muy grande sobre este equipo.
Hoy contó con un Nico Romano ejemplar, que indudablemente sabe cómo jugar este tipo de partidos decisivos. Desde que llegó a Córdoba, en su vuelta al Albirrojo, demostró ser uno de los líderes por experiencia pero también por carácter, por ese empuje que tiene, y hoy lo dejó plasmado también en números: 17 puntos y 10 rebotes. Tanta fue su incidencia que clavó un triplazo entrando al minuto final del partido para sentenciar el juego. Soberbio.
Todo esto fue parte también de un brillante trabajo colectivo y general, porque esa labor de obrero de Gallizzi como su compañero de dupla (13 tantos y 6 rebotes), el manejo de Whelan desde la base (10 y 6), la capacidad anotadora de Loku Cuello (12 unidades y 6 asistencias) o los mismos buenos ingresos de Nico Copello (11 puntos) Fede Elías (7) también le dieron alas a este equipo.
Innegablemente la defensa termina siendo la piedra angular de toda la pirámide exitosa que fue edificando la Gloria. Bajo la filosofía de Victoriano, Instituto se caracterizó desde el primer momento por tener una defensa colosal, con muchísima agresividad y cubriendo a la perfección todos los espacios. Tiene hasta piernas para poder ejecutarlo de manera excelente, y eso se vio traducido cuando dejó a Gimnasia en apenas 29 puntos durante la primera mitad.
Los dos equipos fueron súper intensos, por momentos tomando decisiones algo apresuradas en ataque pero entendiendo la clave defensiva, porque cuando los cordobeses comenzaron a sacar diferencias en el duelo rebotero (mejor en los box outs) el partido comenzó a rumbearse. Los comodorenses pegaron con algunos muy buenos pasajes, sobre todo en el tercer cuarto, de Elliott (19 tantos y 5 rebotes), Vega (10 y 6) y chispazos de Mencia (9 puntos), pero estuvieron bastante contenidos ante un Instituto que siempre los incomodó.
Si a todo el trabajo defensivo le sumamos que, cuando Instituto logró oportunos y muy precisas acciones en ataque, explotando el pase extra y con un muy buen acierto, amalgamó su ventaja y la fue consolidando. Llegó a tener una máxima de 14 en el partido, pero el partido nunca se quebró hasta el final y eso fue mérito también de un Gimnasia que no bajó los brazos, que vivió empujando para recortar la diferencia y en ningún momento se dio por muerto. Por supuesto, cada vez que el Mens Sana apretó, Instituto mostró los dientes y le fue poniendo paños fríos a cada arremetida.
¡Y fue campeón! La experiencia y madurez que demostró el equipo fue ejemplar, porque no sólo se trata de talento individual y colectivo sino también del carácter, esa misma personalidad que tuvo para sacar adelante un partido cargado de emociones, plagado de deseos y que terminó de poner el broche de oro a este Instituto que no se conforma y quiere mucho más. Un campeón con todas las letras, que desde el 2 de noviembre comenzará otro gran sueño: la Liga Nacional.
