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17/06/2015
NBA | Juego 6
EL CAMPEÓN DE TODOS
Golden State revalidó su extraordinaria temporada y venció 105 a 97 a Cleveland en el sexto partido se la serie final para alzarse con el Anillo de Campeonato. Andre Igoudala fue el MVP de las finales. Comentario
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Martín Domínguez
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Twitter: @mdominguez35

Pocas veces en la historia de la NBA hubo tanta, pero tanta, justicia. Desde aquel 29 de octubre de 2014, cuando derrotó como visitante a Sacramento Kings, Golden State demostró que tenía potencial individual, pero principalmente colectivo, para quedarse con el Anillo de campeonato tras cuatro décadas.
Y partido a partido lo fue reafirmando con el liderazgo y el talento inconmensurable de Stephen Curry, los destellos determinantes de su Splash Brothers, Klay Thompson, los aportes silenciosos pero super rendidores de Harrison Barnes y Draymond Green y el invaluable aporte de la banca con Andre Igoudala como líder natural. Claro está, todo bajo la conducción del debutante Steve Kerr, que le dio una vuelta de tuerca a lo plasmado anteriormente por Mark Jackson y lo transformó en un verdadero equipo.
Así pudo ir sorteando obstáculos (ninguno pudo ni hacerle frente), erigiéndose como la mejor defensiva de la liga, el mejor ataque, los porcentajes más altos en tiros de campo y triples y el ritmo más alto de juego, entre otros tantos rubros estadísticos en los cuales dominó con contundencia. Desde el juego, tampoco dejó dudas: defensa, velocidad extrema sin perder el control, rotación de balón, perímetro infernal y un estilo que despertó admiración en el mundo entero.
El récord de 67 victorias y tan sólo 15 derrotas, con un 39-2 de local, al concluir la fase regular era elocuente. El Uno de toda la liga y a enfrentar la parte más dura del año, en donde debía demostrar que su gran comienzo no había sido un veranito. Barrió a New Orleans, mostró autoridad ante Memphis, le tiró la chapa encima a Houston y llegaba el momento clave, en el cual enfrente tenía a Cleveland, pero principalmente a LeBron James, con todo que representa su figura para cualquier equipo.
Allí consiguió un poco de todo, que terminó dándole el primer título a una camada que pretende instalarse en el olimpo de la NBA. Es que cuando los Cavs parecían haber encontrado su kryptonita, Steve Kerr demostró que a pesar de su condición de debutante tiene sobrada capacidad y parsimonia para conducir una Ferrari a extrema velocidad y no chocarla. El entrenador pateó el tablero, mandó a Bogut a lo más profundo de la banca, incluyó a Andre Igoudala por primera vez como titular en la temporada (fue el gran factor en la serie) y bajó la formación, utilizando a Green de pivot. Y vaya si le dio réditos! El equipo encontró mayor velocidad, pudo imponer el ritmo de juego en el resto de los juegos y volvió a las fuentes, para dejar atrás ese karma que pretendía imponerle la franquicia dirigida por David Blatt.
Así fue como llegaron al último encuentro de la serie final, en donde Cleveland tenía poco combustible en el tanque y, por ende, la suerte prácticamente estaba echada. Y más allá de la estación de servicios que encontró Blatt en el segundo cuarto, el camino fue muy largo y se terminó imponiendo el equipo con más autonomía.
Es que en el tercer segmento, Golden State encontró alegrías en los tiros abiertos cuando Cleveland se cerró, para luego dominarlo con la defensa y abrir el panorama para explotar la velocidad a toda marcha y anotar a campo abierto. La diferencia tocó los dos dígitos, un enorme LeBron dio lo mejor de sí para ponerle un poco de suspenso a la historia (los Cavs llegaron a esta instancia gracias a él), pero quien se terminó robando todos los flashes fue el MVP de la fase regular. Stephen Curry aportó dos bombas claves para frenar el ímpetu rival y luego se encargó de manejar el juego con su lectura para abrirle el camino a Klay Thompson y Andre Igoudala, que lo sentenciaron desde el perímetro, más allá de los intentos de JR Smith por evitar lo que ya era historia juzgada.
La NBA podrá dormir tranquila. Sabe que el Anillo de Campeonato está en buenas manos. Esta vez es para los Warriors de Curry y compañía, quienes demostraron superioridad y autoridad tanto en la fase regular como en los playoffs. Las 83 victorias y tan solo 20 derrotas así lo reflejan, Golden State fue el campeón de todos…





 
 
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