Provincial | 46 | 22 | 2 | 24 |
CAOVA | 45 | 21 | 3 | 24 |
Atalaya | 43 | 19 | 5 | 24 |
Temperley | 43 | 19 | 5 | 24 |
U. y Progreso | 38 | 14 | 10 | 24 |
Newell´s | 36 | 12 | 12 | 24 |
Regatas | 36 | 12 | 12 | 24 |
Unión AS | 35 | 11 | 13 | 24 |
Atlantic | 32 | 8 | 16 | 24 |
Fisherton | 32 | 8 | 16 | 24 |
Calzada | 29 | 5 | 19 | 24 |
Ciclón | 28 | 4 | 20 | 24 |
Saladillo | 25 | 1 | 23 | 24 |
Superliga Z1
Superliga Z2
Ascenso
02/09/2014 |
Rosarina |
GESTIÓN IMPRESENTABLE, RESULTADO LÓGICO
Central en la B, como se merecía.
David Ferrara, @davidferrara35
Central descendió a la B rosarina. Su pésima campaña en todas las divisiones generada desde una liviandad institucional recibió el castigo necesario desde lo deportivo. Aunque lamentablemente parece que a los dirigentes de calle Mitre y a los encargados del deporte, como Pablo Franco, poco le interesa y los que pagan son los que salen a la cancha a hacer lo que pueden en inferioridad de condiciones.
La debacle de Central comenzó justo en su mejor momento. ¿Cómo? Sí. En aquel sueño de TNA, en aquella temporada que debía ser el despegue auriazul a nivel nacional, la falta de capacidad dirigencial de la comisión encabezada por Patricio Peralta terminó desembocando en un tobogán que apenas un par de años después lo dejó con descensos en primera e inferiores y viviendo una temporada cercana a la vergüenza, de la que lejos están de ser responsables los chicos que salen a la cancha con orgullo deportivo y se bancan los resultados de una dirigencia que era mala en ese entonces y que es paupérrima hoy en día.
Cero interés, poco apego por la actividad, nula responsabilidad en prestar atención a las cosas básicas y ni una pizca de respeto por los chicos que visten la camiseta de su institución y pagan la cuota deportiva.
Tras los problemas de los profesionales de TNA para cobrar, llegaron el año pasado los inconvenientes de los semiprofesionales (de la Rosarina) para primero tener contratos y luego tratar de percibir sus sueldos. Meses y meses sin entrenador, meses y meses de promesas incumplidas.
Si bien algunos intentaron desviar culpas en entrenadores o integrantes de subcomisiones, los máximos responsables son los dirigentes del club y sus nexos, ya que en el presupuesto oficial figuraban cifras cercanas a los 120.000 pesos mensuales que nunca llegaron al básquet. Se terminó la temporada 2013 sin presentarse en un partido y se inició la 2014 con planteles de emergencia y más de 50 jugadores que se marcharon.
Sólo el apoyo de la Rosarina, que le dio un montón de permisos, le permite seguir en cancha hoy en día. Lo de Central es hoy nuevamente muy triste y uno de los grandes del básquet de la ciudad estará en la B la próxima campaña. Totalmente merecido.
La debacle de Central comenzó justo en su mejor momento. ¿Cómo? Sí. En aquel sueño de TNA, en aquella temporada que debía ser el despegue auriazul a nivel nacional, la falta de capacidad dirigencial de la comisión encabezada por Patricio Peralta terminó desembocando en un tobogán que apenas un par de años después lo dejó con descensos en primera e inferiores y viviendo una temporada cercana a la vergüenza, de la que lejos están de ser responsables los chicos que salen a la cancha con orgullo deportivo y se bancan los resultados de una dirigencia que era mala en ese entonces y que es paupérrima hoy en día.
Cero interés, poco apego por la actividad, nula responsabilidad en prestar atención a las cosas básicas y ni una pizca de respeto por los chicos que visten la camiseta de su institución y pagan la cuota deportiva.
Tras los problemas de los profesionales de TNA para cobrar, llegaron el año pasado los inconvenientes de los semiprofesionales (de la Rosarina) para primero tener contratos y luego tratar de percibir sus sueldos. Meses y meses sin entrenador, meses y meses de promesas incumplidas.
Si bien algunos intentaron desviar culpas en entrenadores o integrantes de subcomisiones, los máximos responsables son los dirigentes del club y sus nexos, ya que en el presupuesto oficial figuraban cifras cercanas a los 120.000 pesos mensuales que nunca llegaron al básquet. Se terminó la temporada 2013 sin presentarse en un partido y se inició la 2014 con planteles de emergencia y más de 50 jugadores que se marcharon.
Sólo el apoyo de la Rosarina, que le dio un montón de permisos, le permite seguir en cancha hoy en día. Lo de Central es hoy nuevamente muy triste y uno de los grandes del básquet de la ciudad estará en la B la próxima campaña. Totalmente merecido.