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04/12/2014
Rosarina
OPINIÓN POR UN TORNEO DE INFERIORES MEJOR
Una vez conocida la resolución que se tomó en la Asamablea de la Asociación Rosarina, desde BRI tiramos un pantallazo con unas ideas que podrían ser analizadas y estudiadas pensando en un torneo mejor y en no repetir errores del pasado.
escribe
Sebastián Sentenach
@sebasentenach

El torneo de inferiores de la Asociación Rosarina viene sufriendo. El nivel bajó notablemente en los últimos años. Basta con ir a las canchas y observar, alcanza con chequear la cantidad de equipos de la ciudad que se inscriben en los torneos federativos y su rápida eliminación, se hace patente al evaluar el rendimiento de los seleccionados locales en los torneos interasociaciones.
Por eso, desde BRI queremos soltar unos pantallazos generales que surgen a partir de saber lo que se resolvió en asamblea, respecto del formato de los torneos para 2015 y con la única intención de hacerlos públicos por si sirven para mejorar.
Es que hace años que nos pasamos las tardes de sábados en las canchas y fuimos testigos de cómo se deterioró el certamen.  Estos lineamientos que siguen buscan expresar, en parte, las preocupaciones que nos trasladan los DT´s y allegados y algunas consideraciones que nos parecen que podrían contribuir a tener un torneo en el que se haga foco en mejorar el nivel y no tener la cabeza pensando en cómo sigue el torneo.

LAS IDEAS…
En primer lugar, aparece como urgente la necesidad de establecer un sistema de juego que no sufra modificaciones severas cada año y que posibilite la implementación de planes de mediano y largo plazo en cada club. Es que resulta imposible proyectar un trabajo de al menos cinco años cuando nadie sabe cuál será la realidad del torneo próximo. Aquí vale citar un ejemplo: en la temporada 2013, el tercer descenso del Nivel B al C planteó una lucha muy pareja entre Paganini y Garibaldi, que se terminó definiendo a favor del equipo de Granadero Baigorria. Sin embargo, el cambio de formato de 2014 los volvió a incluir en la misma bolsa con la integración de los dos niveles y la división en zonas.
Por eso, da la sensación de que lo mejor para el desarrollo de las inferiores es establecer dos niveles (A y B) por rendimiento deportivo de 14 equipos cada uno y que el resto de los clubes integren el Nivel C. Entre los niveles A y B implementar un sistema de ascensos y descensos de dos clubes por temporada y tres entre el nivel B y el C.
De esa manera se evita la confusa situación de mezclar a los clubes en medio de la temporada para conformar la Liga de Honor y niveles A y B. Así, parece, se fortalece el Nivel A, y los mejores equipos se miden entre sí durante todo el año y se potencian los niveles B y C, donde los jugadores se desarrollan en la medida de sus posibilidades y se evitan goleadas impresionantes que desmoralizan a jugadores, padres, entrenadores y dirigentes. De esta manera, también se da lugar a que los clubes establezcan planes de trabajo para fortalecer sus inferiores y buscar ascensos.
Por otra parte, es indispensable plantear una tabla general que determine los ascensos y descensos y tablas por categoría para definir las clasificaciones a play off. El sistema de juego debe ser simple: todos contra todos a dos ruedas y a partir de ahí definir ascensos, descensos y posiciones de clasificación a play off. Con el formato de este año, se terminaron definiendo play off por gol average entre equipos que nunca se enfrentaron, con lo cual resulta imposible poner justicia acerca de cuál merecía su lugar en la definición.
Finalmente, uno de los temas que generó controversia es qué hacer con aquellos equipos de buen nivel que, por el resto de la tira, no pueden jugar ante los mejores equipos. Aquí aparecen dos casos muy concretos (los U15 de Temperley, que el año pasado llegaron a instancias nacionales en U13 y los U17 de Saladillo). Sin embargo, es una situación que se dio con anterioridad y que el formato no contempla ningún reparo. Una opción podría ser que si esa buena camada de chicos llega al cuadrangular final del Federativo se gane el derecho de jugar un play off ante el 8º clasificado del Nivel A en su categoría y en caso de que gane el equipo del Nivel B reorganizar la definición de la categoría. En lugar de jugar play off directos, armar dos cuadrangulares (1, 3, 5 y 7 por un lado) y (2, 4, 6 y el equipo del Nivel B por el otro) y que los dos primeros de cada zona se crucen en semifinales.
Son ideas, lineamientos, que buscamos dejar expresas desde nuestro lugar y aportar nuestro granito de arena para evitar volver a caer en viejos errores. No hay en estas líneas deseos de imponer nada a nadie, sino solamente de compartir las preocupaciones que la gente del básquet de inferiores nos acerca y a partir de allí proponer posibles soluciones. Todo pensando en el mismo objetivo, que es el de fortalecer el torneo de intermedias de Rosario.
 
 
 
 
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