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13/10/2010
El espejo donde mirarte
CRISTIAN CORTÉS
Debutar en la Liga Nacional no es una tarea sencilla. Pero hacerlo a los 14 años y seis meses parecería casi imposible. Cristian “Titi” Cortés lo logró tras un convencimiento y un planteo de metas impuesto por él mismo desde muy pequeño, cuando tiraba al aro durante varias horas en Sportsmen Unidos. Uno de los bases de Obras Sanitarias es nuestro, salió de nuestro básquet y con el correr de los meses se va afianzando a nivel nacional. Pibe humilde y familiero, con metas claras y bien definidas. BRI charló con él para que les cuente su intimidad y cual es la fórmula para llegar a estar entre los mejores. Y ese es el objetivo que tiene ésta sección, que puedas mirarte en el espejo de quién fue como vos y hoy ya es un GRANDE.
escribe
Fernando Forte
Ficha Personal
Nombres: Cristian Gabriel
Apellido: Cortés
Fecha de Nacimiento: 16/09/90
Club en el que se formó: Sportsmen Unidos
Club actual: Obras Sanitarias
Debut en la Liga Nacional: 15/03/2005
Escuela Primaria: Colegio Verbo Encarnado
Escuela Secundaria: Colegio Verbo Encarnado hasta primer año y luego en el Instituto José Ingenieros de Capital Federal, en donde obtuvo el título de Bachiller.
Terciaria: A partir de este año comenzará la Carrera de Periodismo Deportivo (2009).

¿Qué te pasa por la cabeza cuando pensás que tenés el record de ser el jugador más joven de la historia en debutar en la Liga Nacional?
La verdad que no se. Más allá del record, creo que es anecdótico. Un jugador no es mejor o peor por un record. Pero no se si otro entrenador tendrá la locura de Guillermo Vecchio para hacer debutar a un jugador de 14 años.

¿Qué te acordás del debut?
Yo ya venía integrando el banco desde hacía varios partidos. Cuando pidió el cambio y me dijo "entrás vos" tuve unos nervios bárbaros. Pero me acordé de una frase de Facundo Sucatzky, que me dijo: “Jugá tranquilo como lo hacés en tu categoría”. Sentí mucho apoyo de mis compañeros. No es que decían "ahora entra el pendejo, que quilombo". Sino que me brindaron un total apoyo. Y encima el debut fue en un partido caliente. Entré unos minutos en el primer cuarto y después en el segundo. No se si pensé que había logrado el objetivo, pero sí que fue algo muy lindo.

¿Cómo te integrás al equipo de Liga?

Esa es una linda anécdota. A mi me había reclutado Juan Pablo Boadaz (hoy entrenador de Pedro Echagüe) y al poco tiempo lo echan por malos resultados. Llegó Guillermo Vecchio y como todo entrenador nuevo se apoyó en los jugadores de experiencia y a mí no me tenía en cuenta. Entonces yo iba a todas las prácticas dos horas antes a tirar al aro. Si la práctica era a las 10 de la mañana yo ya estaba a las 8, porque sabía que él iba siempre casi una hora antes. Cuando empezaba la práctica me quedaba a un costado para ver si faltaba alguien. Hasta que un día faltaba uno para un ejercicio y me dijo “nene vení”. Y desde ese día siempre me convocó para los entrenamientos, hasta que un día me integró al equipo delante de todo el grupo.

Guillermo Vecchio es un libro de anécdotas ¿Vos tenés alguna?

Si seguro. Pero la que más recuerdo es un día en el entrenamiento estábamos jugando cinco contra cinco y a mi no me pasaban la bola ni de casualidad. Entonces paró la práctica, estaban Sucatzky, Dominé, Sepúlveda, Riolfo, Calderón, estaban todos. Y les dijo: “por qué no se la pasan al pibe”. “Tirá un tiro”, y me dio la pelota. Yo no se como la metí. “Vieron que la mete”, les dijo. “Tirá otro tiro”, y me dio otra pelota y la volví a meter. “Vieron que la mete, hay que darle le pelota al pibe”, les decía. Yo no te puedo explicar lo que sufrí en esos dos tiros con todos mirando. Si te digo que no las tiré todo cagado te miento.

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te dijeron que te tenías que ir solo a Buenos Aires?

En primer lugar, yo me había quedado muy contento con el club, me había sentido muy cómodo en el campus de reclutamiento. Y en segundo lugar, yo estaba decidido desde el primer momento. Era una oportunidad única y era realmente lo que quería. Fue un sensación que sentí por dentro. No sé si lo puedo explicar.

¿Dónde viviste en Buenos Aires?

En el primer año fui a un departamento. Tuve que dormir dos meses en el piso, fue bastante complicado. Después, de a poco se fue acomodando y me quedé con Antonio Vargas de Mendoza (está jugando en Anzorena). El lugar quedaba a cuatro cuadras del club. Después salió la posibilidad de ir a vivir al club a un lugar que le dicen “la cueva”. Si bien no era más cómodo que el departamento, estaba más cerca de todo. Tenía la cancha, el gimnasio, el colegio. Allí viví con Gonzalo Traverso y Sebastián Paz Duarte, dos chicos que fueron selección Argentina. En la cueva estuve dos años. Después me trasladaron a un departamento con más comodidades y estoy compartiéndolo con Franco Rivero y León Nicanos. Me ofrecieron ir a vivir solo, pero no quise.

¿Con quiénes compartías el club en Rosario?
Con muchos. Yo me juntaba con todos. Pero quizás me daba más con Ramiro Iglesias y con Franco Tripelli.

¿Un amigo del básquet?
No tengo uno solo. El deporte tiene eso, la cantidad de amigos que hacés. Grupos en rosario, en Buenos Aires. Selecciones de Rosario, Santa Fe y Nacional. Un montón de chicos que hemos hecho una linda relación.

¿Y de la vida?
Mi hermano Hugo.

¿Cuál es el recuerdo más fuerte de la época en la que jugabas en Sportsmen Unidos?
La cantidad de tiempo que me pasé en el club solo tirando al aro. Cuando no habia nadie en el club y yo me pasaba horas tirando y tirando. Pensando en que alguna vez iba a poder jugar en la Liga Nacional o en la Selección Argentina.

¿Y qué sentiste cuando debutaste en la Selección?

Orgullo. Satisfacción de haber obtenido otro logro dentro del básquet. El debut fue en la Copa Saludcoop, que se juega en Colombia y enfrentamos a Panamá.

Cuando estás en Buenos Aires y te agarra la nostalgia. ¿A quién quisieras tener a tu lado?

A mi hermano Huguito. En sí a toda la familia. Pero a Hugo lo extraño mucho. Soy muy familiero.

A pesar de tu corta edad, sos un referente para todos los chicos que juegan al básquet. ¿Qué consejos les darías?
Los que jugamos al básquet lo sentimos como una pasión. Y los chicos se deben dar la posibilidad de soñar y luchar por esa pasión. Nadie debe ver a la Liga Nacional como algo inalcanzable. Yo tenía ese sueño y lo estoy cumpliendo. Muchas veces me dijeron “para que entrenás tanto, a qué querés llegar”. Hay que disfrutar del deporte y permitirse soñar.

¿Te arrepentís de algo de los que hayas hecho?
No.

¿Qué jugador enfrentaste y no lo podías creer?
Alejandro Montecchia. Realmente no lo podía creer. Y en mi equipo, la primera vez que jugué con Lázaro Borrell y con Facundo Sucatzky también sentí algo especial.

¿A qué jugador te gustaría enfrentar?
A Pablo Prigioni y obviamente a Emanuel Ginóbili, pero también los quisiera tener de mi lado. Esto no se va a poder dar, pero me hubiese gustado jugar con Miguel Cortijo.

¿Cuál fue tu mejor partido en la Liga?
Contra Quimsa de Santiago del Estero. Tuve la posibilidad de definir el partido con dos libres a ocho segundos del final. Además metí cuatro triples.

¿La mejor cancha donde jugaste?
La de La Unión de Formosa y el Polideportivo de Mar del Plata.

¿Y la peor?
La de Sportivo Constitución de Rosario y la del Deportivo Morón en Buenos Aires.

¿El mejor de entrenador que tuviste?
Carlos Duro y Enrique Tolcachier.

¿Guardás camisetas de algún jugador en especial?

Sí, tengo la de Dominé, la de Sucatzky y la de Borrell.

¿Y a quién pudiste vulnerar más fácil de lo previsto?
A Sebastián Ginóbili y a Víctor Cajal. No lo podía creer.

¿A quién te costó marcar?
A Cleotis Brown de Quimsa y a Raimundo Legaria de Boca.

¿Cuál es tu meta?
Cuando me pongo metas, son cortas. La de hoy es seguir sumando minutos en Obras y jugar el mundial juvenil en Nueva Zelanda. Soy de ponerme metas cortas. Pero si te tengo que decir alguna a largo plazo o como un objetivo es jugar en la Liga ACB de España.

¿Qué te parece la página dedicada a las inferiores?

Es genial. Por el hecho de que todos se pueden ver reflejados allí y representar a cada uno de los clubes. Mirá si hubiese estado cuando yo jugaba en Sportsmen, no me sacarían de la página.

¿Un sueño?
Jugar con mi hermano Huguito en Sportsmen Unidos.

Gracias Titi por ser como sos y brindarte para que BRI pudiera inaugurar una sección tan importante para que los chicos que siguen nuestra página puedan tener UN ESPEJO DONDE MIRARSE.
 
 
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