S. América | 25 | 12 | 1 | 13 |
Regatas | 23 | 10 | 3 | 13 |
Provincial | 22 | 9 | 4 | 13 |
Atalaya | 21 | 8 | 5 | 13 |
Echesortu | 20 | 7 | 6 | 13 |
Náutico | 16 | 3 | 10 | 13 |
Talleres | 15 | 2 | 11 | 13 |
Newell's | 14 | 1 | 12 | 13 |
Temperley | 24 | 11 | 2 | 13 |
Sportsmen | 23 | 10 | 3 | 13 |
Gimnasia | 21 | 8 | 5 | 13 |
Caova | 19 | 6 | 7 | 13 |
Atlantic | 19 | 6 | 7 | 13 |
Central | 18 | 5 | 8 | 13 |
El Tala | 19 | 6 | 7 | 13 |
Fisherton | 13 | 0 | 13 | 13 |


10/10/2008 |
Blog |
Puede que si nos preguntáramos que situación cotidiana (lamentablemente me refiero a cotidiano por lo habitual de esto) es la que nos causa mayor ira, o impotencia según el caso, sería la injusticia.
Sí, la injusticia. Es mucho más vieja que yo, la injusticia. El dicho lo certifica.
Que algunos no tengan con qué conseguir alimentos, abrigo y vivienda y otros sí, es injusto. Como también existen privilegios para algunos al nacer (como seguramente todos los que lean esto) desde el punto de vista de que las necesidades básicas las tenemos satisfechas, y seguramente nuestros problemas son en realidad qué ropa nos gusta más, o qué celular comprar. Como mucho llegamos con lo justo a fin de mes, pero no creo ninguno esté revolviendo basura y pueda acceder a Internet a leer estas líneas. Sería demasiado contradictorio, aunque si el país más poderoso del mundo cae nuevamente en una crisis tan profunda todo es posible…
Esta introducción poco tiene que ver con lo que voy a desarrollar a continuación, o tal vez sí. Es que todo parte de la injusticia. Está clarísimo que esta es mi opinión, como la de muchos otros también, y no tengo ánimo de ofender. Sólo compartir sensaciones. De la misma manera aclaro que separo totalmente, o lo intento al menos, mi subjetividad en el tema a continuación, subjetividad basada en haber conocido bastante de cerca a grandes personas que defienden los colores de Atalaya, y haber sido buenos compañeros.
En la temporada 2006 se vivieron hechos muy particulares en el básquet de nuestra ciudad. Cada uno recuerda la porción que le toco vivir. Por mencionar a Echesortu, que recordará con orgullo ese equipazo que formó, pero manifestará desilusión por no haber conseguido lo que buscaba, ni siquiera pudo intentarlo. Injusticia si las hay.
Me remito a los hechos entonces. De esto se habló muchísimo, y se seguirá hablando, como se habla de todo aquello que nos parece injusto. Piensen sino en la cantidad de cosas que recuerdan a lo largo de su vida como injustas. ¿Vieron qué impotencia que trae?
La sanción a Atalaya fue desmedida. Fue un disparate. Es una locura. Y aún perjudica.
¿Por qué soy capaz de declarar algo así? Pues como bien nos mostró Molten hace unas semanas, tal vez meses ya, hubo criterios muy dispares a la hora de sancionar. Fui partícipe del último Atalaya-Sportmen como jugador, y observé con mis propios ojos como hubo piñas dentro del mismo rectángulo de juego, entre jugadores de ambos equipos, y con muchos hinchas de por medio. Sí, hinchas dentro de la cancha golpeando. Nada para uno, dos semanas para otro, y por causar algunos destrozos en el club rival.
Entonces, cuando un año atrás, por peleas fuera del estadio, sn jugadores de por medio, entradas caras y algunas supuestas faltas de respeto, ¿cómo explicar 6 meses de desafiliación? Injusto, ¿no?
En 2006 la conducta violenta y repudiable fue de las dos parcialidades, sin embargo se sancionó solamente a una. Y drásticamente. Muy. No conozco el reglamento en ese punto, me refiero a lo que se debe hacer cuando hay lío fuera del estadio, pero de lo que sí estoy seguro que el reglamento sea cual fuese es uno solo, tanto para uno como para otro.
Debería ser así al menos. No debe distinguir camisetas. O se vuelve injusto.
Seguramente se preguntan el porqué de remitirme a esta historieta tan famosa y tomar partida en un público tan abierto y libre como el que visita Y muchos pensaran que escribo, porque ahora yo me vi perjudicado. Eso es cierto. Si no creo que nunca hubiera sentado el culo. Pero tengo la misma sensación de injusticia desde aquellos tiempos. Hoy sale a flote más que nunca. Luego del ejemplar castigo, Atalaya pelea como puede en 2007 y se ve condenado, lógicamente, a jugar el torneo de Primera B en 2008. ¿Qué sucede entonces? El Azul se ve perjudicado por supuesto. Un equipo de un presupuesto y una calidad para pelear el título de A, debe remitirse a jugar un torneo que le queda chico, aunque le cuesta. Le cuesta porque así es el deporte. Enfrente todos le quieren ganar. Algunos lo consiguen incluso. Pero lo cierto es que jugadores de la talla de Garnero, Madrid y Bosco marcan diferencias. Inusuales para un torneo de menor nivel. ¿Y qué pasa luego? Se achican las posibilidades para equipos que en otras condiciones pelearían fehacientemente por un ascenso. Caova, Provincial, Unión y Progreso, ni hablar de Temperley. Jugamos una semifinal contra Atalaya, y si bien habíamos ganado un partido por serie regular, nos quedamos afuera. Dejando de lados detalles basquetbolísticos, se jugó contra un equipo que no debería estar donde hoy está. Claro está entonces que Atalaya es el principal perjudicado de esta historia, pero no es el único. Y es por eso, que cuando percibimos una injusticia, por muy ajena que nos parezca, debemos combatirla. Rosario en general hizo oídos sordos ante lo que pasó. Que “son unos quilomberos”, que “siempre lo mismo”. Fue injusto muchachos. Y nos da más o menos lo mismo hasta que nos perjudica a nosotros, como a mí, que recién escribo hoy, aunque pienso esto desde el día en que sucedió todo. Combatamos las injusticias de la vida cotidiana, no esperemos a que nos toquen la cola. Que vuelva entonces Atalaya adonde no se tendría que haber ido. Joaquín Bloch 34820132


