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29/02/2012
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DESDE EL JARDÍN DEL CRUCE
Forjador de Campeones y un espacio para el básquet
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Crónica desde el Jardín del Cruce
El Cruce Alberdi es un lugar fantástico. Ubicado en el centro geográfico de nuestra ciudad (Catamarca 3538) el estadio cubierto de Rosario Central es testigo de la práctica de los deportes amateurs del club y del básquetbol profesional, que tiene a nuestra institución como protagonista del TNA (Torneo Nacional de Ascenso), segundo nivel de ese deporte en Argentina. 
Es que en 2011, a través de una invitación cursada por la Asociación de Clubes (AdC), nuestro club tomó la decisión y aceptó la propuesta de ser parte de la élite del básquet nacional. El Turco Zuleiman (actual presidente de las divisiones inferiores de básquet), Patricio Peralta (presidente de la subcomisión), Marcelo Scortichini (el creativo del grupo), Carlos “Curly” Piñeiro, Fabián García (RRPP), Julián Álvarez (coordinador de los menores),  Beto Salvador (ingeniero en todo), Pancho Vert (enlace con la ADC y árbitros), Luis Di Marco (Mario Bros y Jefe de equipo) y Alberto Jorge Soria salieron a buscar sponsors y a poner el hombro. Pagano Luraschi Bienes Raíces aportó los departamentos para alojar a los jugadores y un apoyo constante. Cientos de padrinos del básquet pusieron sus nombres en las placas del ingreso del estadio. 
En vísperas de cada partido el Cruce luce sus mejores galas. Para ello, mucha gente trabaja ad honorem todos los días. El intendente Luis Alberá se encarga del mantenimiento del predio.
En la previa de los partidos resulta inevitable llegar un rato antes de cada encuentro y sentarse en el patio de verano. La caída del atardecer, el césped perfectamente cortado, las sombrillas en cada mesa y la iluminación en la arboleda, lo hacen un sitio perfecto para la relajación y las charlas del deporte de la naranja. Le Chezz Claudée, el chef en tu club, es el responsable del lugar. La atención de los hermanos Claudio y Alfredo Galfrascolli y la excelente cocina se ganan los mejores comentarios antes, en el entretiempo y después de los encuentros.  
Los parroquianos son los de siempre. Allí están, infaltables, David Ferrara del diario El Ciudadano y Domingo Celsi de La Capital. En los balcones se sienta Jorge Pochi Leone, para ponerle su voz y experiencia al más vibrante relato con su “Básquet Caliente” por la radio.  A escasos metros suele ubicarse Emiliano Allegri para tomar las más precisas fotografías para arribacentral.com.ar.  Todo el trabajo de los periodistas es supervisado por el Colo Martín González (hombre prensa del básquet auriazul), quien en la semana envía e-mails con el reporte de la previa de cada encuentro. 
Enfrente, en la platea, se ofusca con los árbitros y hasta hostiga a los rivales el bueno de Andrés Ponte, de canalla.com. En la punta, parado todo el encuentro, surge la longilínea figura con rastas del Chino Nosky, también para meterle presión a los contrarios. Gonzalo Belloso o el Pitufo Fernández suelen pegarse una vuelta para brindar el apoyo oficial. La cámara de Rosario de Central apunta como siempre. Alberto Soria, de la subcomisión de este deporte, pega un llamadito en horas del mediodía para asegurar la cábala, ya que los integrantes del envío televisivo vienen invictos. Mario Ceratto, del bar de Cafferatta y Urquiza recomienda: “Sigan a Matías Stival que es nuestro pollo”. Desde la base, el jovencito de 17 años surgido de nuestra cantera comenzó a tener minutos en cancha y pinta para crack en el básquet argentino. Es que por la Liga Nacional pasaron todos los integrantes de La Generación Dorada y los compatriotas que triunfan en la NBA. 
Carlos Gustavo de Sintonía canalla (el blog) se anima a entrevistar a Brian Woodward, el jugador franquicia nacido en Nueva York (ex figura universitaria en Estados Unidos, que pasó por Peñarol, Boca Juniors y Franca de San Pablo, entre otros), que vino para suplantar a Marcus Morgan, un simpático jugador que levantaba al público con sus espectaculares volcadas pero de juego muy irregular. Con Woodward es otra cosa; entiende el juego. Es duro y su aporte en ofensiva es determinante. “Este negro juega en serio”, se comenta en la platea… El neoyorkino pasó las fiestas bajo la nieve y llegó al intenso verano rosarino. Se adaptó enseguida y ya es un personaje más del mundo canalla.
Pablo D´ Angelo -el experimentado entrenador- está tranquilo; sabe que para llegar a la cima se necesitan años de trabajo duro pero se ilusiona también Desde el rectángulo de juego sus guerreros responden. El interminable Pollo López muestra su oficio en todo momento. El base Damián Palacios conduce con jerarquía, prolijidad y gol. Agustín Carnovale es puro corazón y efectividad. Bruno Mártire lastima adentro y también desde larga distancia. Gustavo Bronzino y Lucas Martina siempre aportan en el recambio. La defensa ahora es más dura. Las corridas del Chivo Rivero son efectivas (este Rivero sí es buen jugador). Cuando el juego se detiene, las promotoras ubicadas al borde del campo se roban todas las miradas.
No se llegó al objetivo del TNA 1 pero Central lidera el TNA 2 y va rumbo a los play off finales para luchar por el ascenso.   
Cuando los objetivos son comunes para todas las partes de un grupo no hay manera de romper la confianza que hay dentro de esta comunidad. Y esto es lo que sucede en Rosario Central, ya que tanto los jugadores, como el cuerpo técnico y los dirigentes sólo piensan en la clasificación.
La visionaria remodelación del Cruce Alberdi concretada en la década del noventa por dirigentes como Roberto Muñoz y Alfredo O´Shea (histórico hombre del básquetbol), bajo la gestión Vesco, hoy da sus frutos. Como las grandes instituciones deportivas del mundo Rosario Central merece tener este deporte en el máximo nivel. Apoyemos ahora al básquet.  Y al Fut-Sal, al Patín, al Voley, a la Natación y a todos los deportes. No hay nada que envidiarle al Barcelona o al Real Madrid. ¡Hacia allá vamos! 
 
Andrés Tornambé
 
 
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