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05/04/2012
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¿RÉCORD? NI AHÍ
El del libanés no está ni cerca de ser récord. Para leer
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Hasta el martes, Mohammad El Akkari era un don nadie, un desconocido jugador libanés de 27 años cuyo nombre en Google no generaba ningún resultado. Hasta el martes. Porque ese fue el día en el que este escolta del Moutahed de Trípoli, con una humilde media de 7,6 puntos por partido en lo que iba de temporada, se vio poseído por el espíritu de Drazen Petrovic y firmó unas estadísticas asombrosas: 113 puntos, con 32 triples anotados de 59 intentos para un total de 40 de 69 en tiros de campo y un solitario tiro libre. Increíble.
Sucedió en el partido de la Final a Ocho de la liga libanesa que el Moutahed ganó al Bejjeh por 173-141. Y tras su momento de gloria, El Akkari recuperó su perfil bajo: "Doy gracias a Dios por esta actuación. Todo es gracias a mi entrenador y a que él me permitiera jugar así". Su técnico, Ahmed Fadel, aseguró no estar "sorprendido porque es un gran tirador". Debe ser que lo utilizaba sólo 19 minutos por partido para pillar despistado el martes al Bejjeh.
Los 113 puntos de El Akkari son históricos, pero no de récord. Según el Libro Guinness la mayor anotación individual en un partido la logró un chico sueco de 13 años, Mats Wermelin, que anotó 272 puntos en un partido escolar. En profesionales, el turco Erman Kunter posee el récord con 153, en un Fenerbahçe-Hilaspor de 1988.
Y existe otra gran historia de anotaciones centenarias. En 1985, Drazen Petrovic firmó 112 puntos en un Cibona-Olimpia. Una semana después, su exentrenador en el Sibenka, Vlado Djurovic, con el que se llevaba fatal, fomentó que todo su Zadar jugara para que Zdenko Babic superara a Petrovic, y lo hizo: 144. En NBA, el tope son los 100 puntos de Chamberlain (1962) y en España los 63 de Walter Szczerbiak (1976). En Argentina, son 63 los de Andrew Moten.
 
 
LA HISTORIA ERRÓNEA
El libanés Mohammad El Akkari, jugador de Moutahed,  selló una cifra récord en el básquetbol de la FIBA. Hizo 113 puntos en un partido, una marca difícil de superar.
Fue en la victoria de su equipo, Moutahed, ante Bejjeh, por 173 a 141. El libanés fue la gran figura de la noche. Tuvo un promedio de casi tres puntos por minuto, con una efectividad del 57 por ciento (40 sobre 69), pero, sin dudas, lo más llamativo fueron sus triples: 32 sobre 59 intentos.
Otro dato llamativo es que, hasta este partido, Akkari, promediaba 7.6 puntos por partido. Un día que el libanés no olvidará, y un récord que será difícil de superar.
 
LA LEYENDA DE LOS BALCANES
Una de las leyendas del básquet de Europa es el partido en el que Babic desbancó a
Pretrovic del récord de puntos convertidos. Dos notas muy bonitas sobre esa polémica.
La exhibición anotadora de Kobe Bryant (Lakers) frente a los Raptors de Toronto, a los que endosó 81 puntos, han desempolvado otros récords del pasado que, en el caso del ex jugador del Zadar croata Zdenko Babic, autor de 144 tantos frente al Hapoel Limasol chipriota en la Copa Korac 1985-86, han revelado un plan para superar una de la grandes marcas del desaparecido Drazen Petrovic.
El encuentro en el que Babic sumó los 144 puntos se disputó el 10 de octubre de 1985 en el pabellón 'Jazine', cancha del Zadar. El choque terminó con victoria croata por 192-116 (87-52) ante medio millar de espectadores. Esta era la parte conocida del récord de Babic.
Vlade Djurovic, entrenador del Zadar en aquella época, ha manifestado, en una entrevista concedida al diario belgradense 'Politika', que el impresionante registro de Babic obedeció a un plan premeditado producto de una conversación en un bar de la actual capital serbia, donde el baloncesto forma parte habitual de muchas conversaciones.
"El Cibona derrotó al Olimpia Liubliana por 158-77 en la primera jornada de la Liga yugoslava pocos días antes de nuestro partido contra el Hapoel. Drazen Petrovic anotó 112 puntos, pero la gente no recuerda que el Olimpia jugó aquel partido con juniors porque sus jugadores sénior no tenían las licencias en orden por culpa de un error administrativo. La prensa de Zagreb glorificó los 112 puntos de Petrovic, eso sentó mal en Zadar y, a continuación, nació la idea de destronar a Petrovic", explica Djurovic.

La oportunidad surgió muy pronto. El Hapoel aceptó jugar los dos partidos de la eliminatoria europea contra el Zadar en pista croata.
El primer encuentro, disputado el 9 de octubre, terminó con victoria local por 121-40. Al día siguiente, Babic firmó los 144 puntos y el Zadar ganó 192-116.
"En un primer momento, cuando me propusieron la idea de intentar batir el récord de Petrovic no me pareció nada bien. Pero luego, viendo el resultado del primer partido y el aburrimiento que esperaba al publico en el segundo, acepté con el ánimo de ofrecer algo divertido a nuestros espectadores", añadió el técnico Djurovic..
El técnico tenía que elegir al jugador para llevar a cabo el plan, pero no lo tuvo fácil: "Mi idea era Petar Popovic (el padre de Marko Popovic, ex jugador del Pamesa actualmente en el Efes Pilsen turco), nuestro máximo anotador, un gran tirador, pero no quiso.
Después hablé con Matulovic, Mladjan, Hrabrov, Pahlic y los demás, que tampoco aceptaron".
"Al final convencimos a Zdenko Babic, un alero de 1,97 metros que era el undécimo o el duodécimo jugador del equipo. La táctica era que él se quedara casi siempre cerca del aro rival y que nuestros pívots, muy superiores, rebotearan con facilidad y se los dieran a él", aseguró Djurovic.
El récord de Petrovic cayó a los veintiséis minutos. Babic anotó una canasta cada diecisiete segundos pero, dos días después, en un partido de la Liga yugoslava contra el Olimpia Liubliana (73-83), Babic sólo sumó dos puntos.
"La fiesta en Zadar era grande. Entramos en la historia del baloncesto europeo y ahí seguimos. El único enfadado era Drazen Petrovic, que fue jugador mío en el Sibenka en las temporadas 82/83 y 83/84. Nunca me dijo nada, pero su madre, Biserka, me contó una vez que estaba enfadado conmigo y con todo Zadar", recordó Djurovic veinte años después.
Zdenko Babic anotó los 144 puntos, pero el Zadar era un equipo muy fuerte. Aquella temporada, la 85-86, ganó la Liga yugoslava en una final directa contra el Cibona de Drazen Petrovic.
 
Un texto del diario El País sobre aquel partido
El jugador yugoslavo de baloncesto Zdenko Babic, de 25 años y dos metros de estatura, consiguió establecer el pasado jueves el récord mundial de anotación al lograr 144 puntos en el partido de vuelta de la primera eliminatoria de la Copa Korac, que enfrentó a su equipo, el Zadar, de Yugoslavia, contra el Apoel de Nicosia, de Chipre. Los yugoslavos, que ya habían vencido en el encuentro de ida por 121-40, lograron además el tanteo más abultado que se conoce hasta ahora en un partido de competición oficial, al vencer a sus rivales por 192-116 (87-52). Babic jugó durante los 40 minutos y superó en 32 puntos la marca mundial establecida el último sábado por su compatriota y gran estrella europea Drazen Petrovic, que anotó 112 puntos en la primera jornada de la Liga yugoslava. El registro de Babic significa que encestó una media de casi dos canastas (1,8) por minuto.
 
La gesta de Babic disparó los comentarios en Yugoslavia. El más común e incluso para muchos el más creíble señalaba que VIado Djurovic, ex entrenador del Sibenka, en el que vivió un duro enfrentamiento con Petrovic, ha querido pasarle la factura a la estrella yugoslava. Después de que Petrovic lograra la extraordinaria marca de 112 puntos el pasado sábado, Djurovic lo preparó todo para que su actual protegido, Zdenko Babic, consiguiera superarla. El técnico del Zadar obligó a que todas las jugadas acabaran en Babic, que, frente a un flojo rival, terminó anotando 144 puntos con 28 canastas de tres, 28 tiros libres transformados y 16 encestes de dos.
 
Un alero suplente
Babic, un alero suplente que acaba de reincorporarse al equipo tras realizar el servicio militar, contribuyó poderosamente a que su equipo superara la mayor puntuación de su historia, conseguida hace 18 años, cuando obtuvo 162 puntos ante el Kombinat de Zrenjanin. Babic, que consiguió la mayoría de sus canastas en el primer tiempo, superó por 32 puntos la marca conseguida por el excéntrico y habilidoso Drazen Petrovic, líder del Cibona de Zagreb, actual campeón de la Copa de Europa. Babic, suplente de Sproce, la batió a los seis minutos de la segunda parte. Petrovic, con 10 canastas de tres puntos, 30 de dos y 22 tiros libres transformados, lo que supone 2,8 puntos por minuto, totalizó 112 frente al Olimpia de Ljubljana (158-77 fue el resultado final favorable a su conjunto) en la primera jornada del Campeonato yugoslavo, superando en 11 la marca de su compatriota Radivoije Korac -jugador que dio nombre a la competición europea con un sistema similar a la Copa de la UEFA de fútbol-, que en 1965, según informa Pedro Barthe, logró 101 puntos en el encuentro que enfrentó al OKK de Belgrado y al Estocolmo, representante sueco, en partido de la Copa de Europa.
 
Korac fue una de las grandes estrellas del baloncesto yugoslavo y europeo y su marca personal de 18 tiros libres transformados de 18 lanzados, establecida en 1966 frente a la universidad norteamericana de Virginia del Este, llegó a ser una de las más espectaculares de aquella época. Korac fue el máximo anotador del Campeonato de Europa disputado en Belgrado, lo que le valió una Vespa de premio.
 
Los periódicos yugoslavos no respondieron de forma triunfalista a la marca establecida la pasada semana por Petrovic fundamentalmente porque el Cibona jugó su primer encuentro de la Liga frente a un conjunto que, por problemas burocráticos, no pudo alinear a sus jugadores séniores y se vio obligado a iniciarla con su equipo juvenil. El comentarista del diario deportivo yugoslavo Sport escribía ayer que no sabía cómo calificar la gesta de Petrovic, "si de hazaña o bufonada".
 
Difícil 'ranking' oficial
Resulta sumamente difícil establecer un ranking oficial de máximos anotadores. Según algunas fuentes, entre las que se halla el libro de los récords Guinness, la mayor marca la posee un jugador sueco, de 13 años, llamado Mats Wermelin, que el 5 de febrero de 1974 consiguió 272 puntos en una competición regional en Estocolmo. El partido finalizó con el tanteo de 272-0, lo que parece indicar que el encuentro pudo ser organizado con la única intención de establecer un récord de libro. Wermelin logró 3,4 canastas por minuto. En el mismo libro se menciona a Clarence Francis, un jugador del Río Grande College (Ohio, EE UU), que, en 1954, anotó 150 puntos en un partido de un nivel escolar superior al de Wermelin.
 
La primera marca histórica la estableció el norteamericano Wilt Chamberlain el 2 de marzo de 1962. Chamberlain, jugador del Filadelfia, consiguió 100 puntos en un encuentro frente al Nueva York (169-147), perteneciente al Campeonato de la Liga Profesional de Estados Unidos. Aquel día Chamberlain logró 36 canastas de 63 intentos y 28 tiros libres de 32 y jugó los 48 minutos del partido. La última canasta de Chamberlain fue un gancho a 46 segundos del final, después de recibir un pase de Paul Arizin.
 
Tres años después de la gesta de Chamberlain, el yugoslavo Korac consiguió sus 101 puntos y, curiosamente, 20 años más tarde, es decir, en esta misma temporada y, más concretamente, el pasado jueves, los acompañantes del equipo del Murray, e Edimburgo, llegaron a Madrid asegurando que uno de sus norteamericanos, Lewis Young, consiguió 109 puntos en un partido de la pasada temporada. Young, que llegó a Escocia en 1979 procedente del Garden Webb College, de Estados Unidos, tan sólo logró 15 puntos en el partido jugado en el pabellón del Real Madrid.
 
 
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