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UN NÚMERO UNO |
| 26/01/2011 |
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UN NÚMERO UNO
Historias del draft y de vida
LaRue Martin fue número uno del draft de 1972, elegido por Portland Trail Blazers, un clásico en tomar malas decisiones en el draft. Fracasó, fue alcohólico y ahora es un respetado ciudadado.
El 24 de febrero de 2001 un clásico como Peter Mihm, creador del blog de baloncesto Siempre Basket, nos descubría a todos la historia de LaRue Martin, el peor número 1 del Draft de la historia de la NBA.
Ahora en 2011 es otro grande como Chris Tommason el que en Fanhouse repasa las aventuras y desventuras del ex jugador, que en la actualidad tiene 60 años, y nos descubre como ha pasado de ser una estrella estrellada con problemas con el alcohol a un respetado y premiado ciudadano de Chicago.
En 1972 los Blazers seleccionaron con el número uno a LaRue (2,11 m.), un espigado pívot que se salió en la NCAA en la Universidad de Loyola (18,7 puntos y 17,6 rebotes) y que en sólo cuatro años tiró por la borda su carrera NBA.
Con la elección de LaRue en Portland comenzaron su particular maldición con los hombres altos a la hora del sorteo universitario. Con LaRue Martin dejaron pasar a BobMcDoo y Julius Erving, años después prefirieron a Sam Bowie antes que a Michael Jordan y hace poco se quedaron con Greg Oden antes que con Kevin Durant…
Al poco tiempo de su selección en Portland se dieron cuenta de su grave error. “Trabajaba duro y era un chico majo, pero no tenía las cualidades para haber sido un número 1 del Draft”, explicó su entonces técnico McCloskey.
La presión que supuso para él el gran rendimiento de su compañero de generación BobMcDoo y sus malas estadísticas fueron sepultando poco a poco su carrera, que puso su punto y final en 1976… ¡con apenas 26 años! Su números lo dicen casi todo: 5,3 puntos y 4,6 rebotes en 271 partidos.
“LaRue no podía jugar. No tenía habilidades ofensivas y tampoco podía defender”, explicó su ex entrenador Jack Ramsay.
En el arranque del curso 76/77, con dos años de contrato por delante con los Sonics, rescindieron su contrato.
LaRue, decepcionado y deprimido, hizo oídos sordos a ofertas de Europa y colgó las botas: “Le di la espalda al baloncesto”.
Tras retirarse el alcohol entró en su vida: “Mi orgullo estaba por los suelos y comencé a beber. Soy un alcohólico y todavía soy miembro de Alcohólicos Anónimos. Era un gran bebedor de whisky escocés y coñac”.
Gracias a su familia LaRue Martin superó sus problemas con el alcohol y volvió a la Universidad de Loyola pagándosela de su propio bolsillo para graduarse en sociología.
Con menos de 30 años LaRue Martin, número 1 del Draft de 1972, ex jugador de la NBA y ex alcohólico, logró reconstruir su vida trabajando como agente inmobiliario, para Nike e incluso como conductor de UPS, empresa en la que fue ascendiendo peldaño a peldaño hasta llegar a un puesto de responsabilidad en la actualidad (tiene 40 empleados a su cargo)
“Algunos conocidos de mi época del baloncesto se rieron de mí… ¡mira a LaRue, ahora conduce una furgoneta! Yo me dije a mí mismo... ¡al diablo con ellos!”, reconoce el ex jugador.
LaRue Martin es ahora un respetado ciudadano de Chicago, ciudad que incluso le ha otorgado premios, y uno de los pocos que puede decir que en su teléfono tiene el móvil personal de Barack Obama, amigo personal.
Fuente: Diario Marca
El 24 de febrero de 2001 un clásico como Peter Mihm, creador del blog de baloncesto Siempre Basket, nos descubría a todos la historia de LaRue Martin, el peor número 1 del Draft de la historia de la NBA.
Ahora en 2011 es otro grande como Chris Tommason el que en Fanhouse repasa las aventuras y desventuras del ex jugador, que en la actualidad tiene 60 años, y nos descubre como ha pasado de ser una estrella estrellada con problemas con el alcohol a un respetado y premiado ciudadano de Chicago.
En 1972 los Blazers seleccionaron con el número uno a LaRue (2,11 m.), un espigado pívot que se salió en la NCAA en la Universidad de Loyola (18,7 puntos y 17,6 rebotes) y que en sólo cuatro años tiró por la borda su carrera NBA.
Con la elección de LaRue en Portland comenzaron su particular maldición con los hombres altos a la hora del sorteo universitario. Con LaRue Martin dejaron pasar a BobMcDoo y Julius Erving, años después prefirieron a Sam Bowie antes que a Michael Jordan y hace poco se quedaron con Greg Oden antes que con Kevin Durant…
Al poco tiempo de su selección en Portland se dieron cuenta de su grave error. “Trabajaba duro y era un chico majo, pero no tenía las cualidades para haber sido un número 1 del Draft”, explicó su entonces técnico McCloskey.
La presión que supuso para él el gran rendimiento de su compañero de generación BobMcDoo y sus malas estadísticas fueron sepultando poco a poco su carrera, que puso su punto y final en 1976… ¡con apenas 26 años! Su números lo dicen casi todo: 5,3 puntos y 4,6 rebotes en 271 partidos.
“LaRue no podía jugar. No tenía habilidades ofensivas y tampoco podía defender”, explicó su ex entrenador Jack Ramsay.
En el arranque del curso 76/77, con dos años de contrato por delante con los Sonics, rescindieron su contrato.
LaRue, decepcionado y deprimido, hizo oídos sordos a ofertas de Europa y colgó las botas: “Le di la espalda al baloncesto”.
Tras retirarse el alcohol entró en su vida: “Mi orgullo estaba por los suelos y comencé a beber. Soy un alcohólico y todavía soy miembro de Alcohólicos Anónimos. Era un gran bebedor de whisky escocés y coñac”.
Gracias a su familia LaRue Martin superó sus problemas con el alcohol y volvió a la Universidad de Loyola pagándosela de su propio bolsillo para graduarse en sociología.
Con menos de 30 años LaRue Martin, número 1 del Draft de 1972, ex jugador de la NBA y ex alcohólico, logró reconstruir su vida trabajando como agente inmobiliario, para Nike e incluso como conductor de UPS, empresa en la que fue ascendiendo peldaño a peldaño hasta llegar a un puesto de responsabilidad en la actualidad (tiene 40 empleados a su cargo)
“Algunos conocidos de mi época del baloncesto se rieron de mí… ¡mira a LaRue, ahora conduce una furgoneta! Yo me dije a mí mismo... ¡al diablo con ellos!”, reconoce el ex jugador.
LaRue Martin es ahora un respetado ciudadano de Chicago, ciudad que incluso le ha otorgado premios, y uno de los pocos que puede decir que en su teléfono tiene el móvil personal de Barack Obama, amigo personal.
Fuente: Diario Marca
