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| Temperley | 43 | 19 | 5 | 24 |
| U. y Progreso | 38 | 14 | 10 | 24 |
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| Regatas | 36 | 12 | 12 | 24 |
| Unión AS | 35 | 11 | 13 | 24 |
| Atlantic | 32 | 8 | 16 | 24 |
| Fisherton | 32 | 8 | 16 | 24 |
| Calzada | 29 | 5 | 19 | 24 |
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| Saladillo | 25 | 1 | 23 | 24 |
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CAMPAZZO VOLVIÓ AL REAL MADRID |
| 18/07/2023 |
| Basquet Internacional |
CAMPAZZO VOLVIÓ AL REAL MADRID
Facundo Campazzo retornó a Real Madrid. La noticia más esperada de los últimos años, la que más tuits generó, la que más centímetros ganó en los diarios de papel que todavía hoy llevan el ritmo del deporte en España.
Facundo Campazzo retornó a Real Madrid. La noticia más esperada de los últimos años, la que más tuits generó, la que más centímetros ganó en los diarios de papel que todavía hoy llevan el ritmo del deporte en España.
Protagonista en los últimos mercados de verano en Europa, Campazzo le puso fin a la novela y al fin se concreta lo que ambos querían, reunirse.
El base cordobés regresó al club blanco, del que salió en noviembre de 2020 para probar suerte en los Nuggets en la NBA y después de no concretarse los contactos en ocasiones anteriores, firmó un contrato para las próximas cuatro temporadas, hasta el 30 de junio de 2027.
Facu, de 32 años, pagó la cláusula de 50.000 euros para liberarse del Estrella Roja de Serbia y cumplió su deseo de volver al Real Madrid. Lo hará dejando de ganar dinero, porque clubes de Euroliga le habían hecho ofertas mucho mejores. Una alcanzaba hasta los 12 millones netos por tres temporadas. En el conjunto blanco ganará tres millones de euros brutos por cada una campaña. Contando con la fiscalidad y la amortización de la cláusula de 2,6 millones que aún debe por su marcha a los Nuggets, su salario neto se quedará en poco más de un millón al año. Barato para ser el mejor base de Europa.
Campazzo priorizó su deseo de regresar al Real, un club en el que se sintió querido y fue importante. Ganó dos Euroligas, tres Ligas Endesa, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas Endesa. Además, fue MVP de las tres competiciones nacionales al mismo tiempo entre 2019 y 2020. El lado familiar también le tiraba.
La historia de desencuentro, según los medios de España
Cuando comunicó su deseo de irse a la NBA, en el club blanco pasaron momentos de duelo. Primero, negación, pensando que su cláusula de seis millones de euros le haría echarse atrás. No fue así. A base de ingeniería financiera se las iba a apañar para pagarla. Hasta se hizo un seguro de vida especial para afrontar la deuda en caso de fallecimiento. En una segunda etapa, al Madrid le entró la ira. Empleados del estadio aún recuerdan los gritos -insultos incluidos- de Juan Carlos Sánchez, responsable del básquet, cuando por fin entendió que Campazzo se iba.
El base pasó dos años en los Nuggets y fue de algo a muy poco. Nunca llegó a ser importante y su rol fue secundario el primer curso y marginal el segundo. En ese contexto a la baja, Sánchez contactaba frecuentemente con él para hacerle saber que tenía abiertas las puertas del Madrid en caso de que quisiera regresar a Europa. Pero el deseo de Campazzo era continuar en la NBA, la única barrera que se le resistía en una trayectoria profesional en la que siempre tuvo que luchar contra los prejuicios de sus 180 centímetros.
Al final de su segunda campaña, Denver renunció al base, al que se le fueron cerrando puertas en la mejor Liga del mundo. Interés de varias franquicias, pero ningún contrato. Entonces aparecieron los Mavericks de su amigo Luka Doncic. A mediados de octubre firmó por ellos, pero fue cortado un mes más tarde y tras jugar sólo ocho encuentros con minutos contados. Su carrera en la NBA finalizaba con 138 partidos y medias de 5,3 puntos y 3,3 asistencias en 19,3 minutos de juego.
Tocaba mirar a Europa. Y ahí, cómo no, aparecía el Real Madrid. Pero Campazzo meditó que las propuestas blancas no se correspondían ni con su calidad ni con la realidad del mercado. El club consideraba que debía hacer un esfuerzo económico si de verdad quería volver. En medio, la cláusula de rescisión a la que aún le quedaban 2,6 millones de euros y que Facu podía abonar sin límite de tiempo descontando cada año el 40% de su sueldo.
Clubes europeos se interesaron por él y el Estrella Roja se descolgó con una oferta fuera de mercado: 1,8 millones de euros por lo que restaba de temporada, 2,5 millones para la siguiente y, entre medias, la posibilidad de romper su vinculación en verano a cambio de unos insignificantes 50.000 euros. Se agotó el plazo para que el Madrid igualara esa salvaje propuesta y perdió cualquier derecho sobre él. Facu se fue a Belgrado... sin poder jugar la Euroliga por una sanción al club.
Campazzo la rompió en la ABA League hasta que por fin pudo jugar en la Euroliga. Cuando el Estrella Roja cumplió su sanción restaban sólo nueve encuentros. Promedió 15 puntos, 5,9 rebotes y 18,7 créditos de valoración. Si hubiera vuelto antes, el equipo tal vez habría disputado los playoffs. Pero con semejante nivel, quizás incluso superior al que alcanzó antes de irse a la NBA, al base no le iban a faltar las ofertas.
Su obsesión estaba en regresar al Madrid. Y la oferta llegó. Pasado el tiempo, la recibió, la estudió y, después de cambiar de agente, dio el sí.
Finaliza así uno de los mayores culebrones del baloncesto europeo. Campazzo vuelve al club blanco. El campeón de la Euroliga se refuerza con el mejor base del continente.
Protagonista en los últimos mercados de verano en Europa, Campazzo le puso fin a la novela y al fin se concreta lo que ambos querían, reunirse.
El base cordobés regresó al club blanco, del que salió en noviembre de 2020 para probar suerte en los Nuggets en la NBA y después de no concretarse los contactos en ocasiones anteriores, firmó un contrato para las próximas cuatro temporadas, hasta el 30 de junio de 2027.
Facu, de 32 años, pagó la cláusula de 50.000 euros para liberarse del Estrella Roja de Serbia y cumplió su deseo de volver al Real Madrid. Lo hará dejando de ganar dinero, porque clubes de Euroliga le habían hecho ofertas mucho mejores. Una alcanzaba hasta los 12 millones netos por tres temporadas. En el conjunto blanco ganará tres millones de euros brutos por cada una campaña. Contando con la fiscalidad y la amortización de la cláusula de 2,6 millones que aún debe por su marcha a los Nuggets, su salario neto se quedará en poco más de un millón al año. Barato para ser el mejor base de Europa.
Campazzo priorizó su deseo de regresar al Real, un club en el que se sintió querido y fue importante. Ganó dos Euroligas, tres Ligas Endesa, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas Endesa. Además, fue MVP de las tres competiciones nacionales al mismo tiempo entre 2019 y 2020. El lado familiar también le tiraba.
La historia de desencuentro, según los medios de España
Cuando comunicó su deseo de irse a la NBA, en el club blanco pasaron momentos de duelo. Primero, negación, pensando que su cláusula de seis millones de euros le haría echarse atrás. No fue así. A base de ingeniería financiera se las iba a apañar para pagarla. Hasta se hizo un seguro de vida especial para afrontar la deuda en caso de fallecimiento. En una segunda etapa, al Madrid le entró la ira. Empleados del estadio aún recuerdan los gritos -insultos incluidos- de Juan Carlos Sánchez, responsable del básquet, cuando por fin entendió que Campazzo se iba.
El base pasó dos años en los Nuggets y fue de algo a muy poco. Nunca llegó a ser importante y su rol fue secundario el primer curso y marginal el segundo. En ese contexto a la baja, Sánchez contactaba frecuentemente con él para hacerle saber que tenía abiertas las puertas del Madrid en caso de que quisiera regresar a Europa. Pero el deseo de Campazzo era continuar en la NBA, la única barrera que se le resistía en una trayectoria profesional en la que siempre tuvo que luchar contra los prejuicios de sus 180 centímetros.
Al final de su segunda campaña, Denver renunció al base, al que se le fueron cerrando puertas en la mejor Liga del mundo. Interés de varias franquicias, pero ningún contrato. Entonces aparecieron los Mavericks de su amigo Luka Doncic. A mediados de octubre firmó por ellos, pero fue cortado un mes más tarde y tras jugar sólo ocho encuentros con minutos contados. Su carrera en la NBA finalizaba con 138 partidos y medias de 5,3 puntos y 3,3 asistencias en 19,3 minutos de juego.
Tocaba mirar a Europa. Y ahí, cómo no, aparecía el Real Madrid. Pero Campazzo meditó que las propuestas blancas no se correspondían ni con su calidad ni con la realidad del mercado. El club consideraba que debía hacer un esfuerzo económico si de verdad quería volver. En medio, la cláusula de rescisión a la que aún le quedaban 2,6 millones de euros y que Facu podía abonar sin límite de tiempo descontando cada año el 40% de su sueldo.
Clubes europeos se interesaron por él y el Estrella Roja se descolgó con una oferta fuera de mercado: 1,8 millones de euros por lo que restaba de temporada, 2,5 millones para la siguiente y, entre medias, la posibilidad de romper su vinculación en verano a cambio de unos insignificantes 50.000 euros. Se agotó el plazo para que el Madrid igualara esa salvaje propuesta y perdió cualquier derecho sobre él. Facu se fue a Belgrado... sin poder jugar la Euroliga por una sanción al club.
Campazzo la rompió en la ABA League hasta que por fin pudo jugar en la Euroliga. Cuando el Estrella Roja cumplió su sanción restaban sólo nueve encuentros. Promedió 15 puntos, 5,9 rebotes y 18,7 créditos de valoración. Si hubiera vuelto antes, el equipo tal vez habría disputado los playoffs. Pero con semejante nivel, quizás incluso superior al que alcanzó antes de irse a la NBA, al base no le iban a faltar las ofertas.
Su obsesión estaba en regresar al Madrid. Y la oferta llegó. Pasado el tiempo, la recibió, la estudió y, después de cambiar de agente, dio el sí.
Finaliza así uno de los mayores culebrones del baloncesto europeo. Campazzo vuelve al club blanco. El campeón de la Euroliga se refuerza con el mejor base del continente.
