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Informacion General |
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CORTÉS, CAMPEÓN |
| 03/08/2015 |
| Informacion General |
CORTÉS, CAMPEÓN
Cristian Cortés ganó el Prefederal con Estudiantil Porteño.
Estudiantil Porteño venció en un auténtico partidazo a Náutico Hacoaj 84-80, y se consagró campeón del Prefederal. Con este logro, obtuvo además el pasaporte al TFB 2015-2016, con fecha de inicio en octubre. Tuvo en Cristian Cortés al goleador y figura descollante del cotejo con 26 puntos. En los de Tigre, Sebastián Alvarez convirtió 19.
Ante un marco estelar de espectadores, ambos equipos salieron con mucha intensidad a disputar el segundo juego, con una notable efectividad en lanzamientos, especialmente los dirigidos por Patricio Neilan, quien como una fotocopia del primer juego, rápidamente tomó ventajas en el marcador, aunque no logró ejercer una supremacía tan abrumadora como 72 horas antes. Pero se las ingenió para no dejarle jugar cómodo a Alejandro Pappalardi en la pintura, y una eficiente marca personal de Juan Ignacio Alzaga (nuevamente un gran cotejo del base) sobre Cortés le impidió a éste último conseguir tiros a distancia; encima las veces que pudo romper y penetrar en bandeja sus lanzamientos fueron ineficientes.
Hacoaj tuvo un trabajo parejo en la mayoría de sus hombres, sea desde el goleo, con Alvarez y Sirlin lastimando a distancia, como Diego Ríos y Federico Glinberg trabajando a destajo en las llaves, y mostrándose como dominadores. Por esa razón, neutralizando a su oponente logró comandar las acciones durante la mayor parte del juego en esa primera etapa, yéndose al descanso largo arriba por 7 (48-41).
Los del Norte debían sortear el estigma del tercer cuarto pasado, cuando Porteño asomó en toda su plenitud y lo pasó por arriba. Pero ese ítem lo cubrieron satisfactoriamente, incluso ganándolo por uno. A los habituales titulares, se sumó una interesante labor de Leandro Heffes, peleando los rebotes y anotando con lanzamientos de corta distancia, permitiéndole al entrenador dejar más de lo previsto en la banca a Glinberg, quien se cargó muy pronto de personales. En los del Oeste, Cortés comenzaba a evidenciar que sería nuevamente su noche, con mejor traslado y distribución de la pelota, adhiriéndole goleo, acompañado por Sebastián Morales.
Entraron al cuarto decisivo con los tigrenses dominando las acciones, hasta alejarse a once puntos, una constante en la mayoría del juego; pero Estudiantil dejó en claro que no le pesa correr de atrás, y lentamente fue limando las diferencias, con la aparición de un hombre que terminó resultando clave en el triunfo: Diego Abeledo. El ala pivot llegó al ultimo cuarto con tres puntos, arrancó el mismo con un triple y una entrada en bandeja que levantó a su hinchada, quien se dio cita en gran número esperanzada de poder ver al equipo alzarse con el título.
Junto al empuje de Abeledo, Pappalardi comenzó a ser dueño de los rebotes defensivos, Morales tomando segundas opciones, Del Peral conteniendo a Alvarez (aunque no logró anularlo como el jueves), Damelli administrando la base, y así soltarlo a Cortes para hacer de las suyas. Y Titi jugó en ese tramo de un modo que lo pone nuevamente en la vidriera del público metropolitano. Luego del empate en 74 tras un triple de Abeledo, Alzaga devolvió gentilezas, pero desde ese instante, restando minuto y medio, el ganador estableció un parcial 7-0 como un deja vu para Hacoaj. Triples de Cortes y Pappalardi (hasta ese momento, el pivot solo pudo convertir un tiro de cancha, bajo el aro), y locura en la tribuna de quien hacía de local. Restaban 30 segundos, todo parecía liquidado; pero Náutico, en una reacción acorde al gran torneo y cotejo realizado, quemó los cartuchos disponibles, con bombas de Alvarez (un certamen fantástico para el escolta) y Javier Luchansky. 83-80 y la incertidumbre nuevamente instalada en el gimnasio de Vélez.
Potenciada cuando Morales fue a la línea de libres restando doce segundos, marra ambos, y en la contra, nuevamente Alvarez lanza desde los 6,75; el balón literalmente sale de adentro, y en el rebote, Juan Ignacio Damelli recibe la falta con cuatro segundos por jugarse. Convierte el primero, y entonces sí, la locura se apodera de toda la gente de Porteño, conscientes ya que el trámite del cotejo era irreversible. Marra el segundo, la pelota la toma Alvarez y decide que ya todo estaba finiquitado. Final 84-80, Estudiantil Porteño se consagra campeón por primera en su historia, y como un hecho inédito en su currículum, accede a jugar un torneo nacional, el Federal, tercer eslabón del básquet argentino.
La emoción contenida por años de postergaciones en los mayores y la precoz de los jóvenes es soltada definitivamente y todos se unen en un solo racimo humano en medio de lágrimas y sonrisas. A un costado, cuerpo técnico y jugadores de Hacoaj esperan respetuosamente el momento donde recibirán la Copa como subcampeón, logro absolutamente merecido a quien fue uno de los grandes protagonistas, con un andar soberbio en el torneo.
Porteño da la vuelta olímpica y al pasar por la tribuna del vencido, recibe unos aplausos que enaltecen y dignifican al perdedor. Javier Ramírez, secretario de FeBAMBA, entrega el trofeo al capitán, Ignacio Del Peral y tras el corte de redes, continúan con los festejos prolongados hasta bien entrada la madrugada del lunes.
Culmina un Prefederal con grandes equipos, jugadores de gran experiencia y jerarquía, sorpresas y ratificaciones. Llegaron a la final los mejores desde vías distintas. El subcampeón con un trajinar sólido, dueño de un juego colectivo admirable, siempre primero en la fase regular, con series de playoffs cumpliendo los pronósticos previos. El vencedor, con vaivenes que lo llevaron al límite de la eliminación en cuartos, y desde allí, enhebrar seis victorias consecutivas, entre ellas los dos al clásico de la ciudad y con consecuencia directa, tumbar todas las candidaturas y erigirse como el justo campeón. Cortés fue el Jugador Más Valioso de las finales, acompañado por un grupo alternándose en el protagonismo, y logrando la química justa en el debido momento para la coronación. Su gente está rebosante de alegría, porque este título significa también el primero en sus vitrinas. Por eso la alegría infinita.
SÍNTESIS DEL PARTIDO:
ESTUDIANTIL PORTEÑO (84): C. Cortes (26), I. Del Peral (6), S. Morales (16), J. Sánchez (8), A. Pappalardi (10) F.I. D. Abeledo (11), J. Damelli (7). Entrenador: Juan I. González
NÁUTICO HACOAJ (80): J. Alzaga (14), S. Alvarez (19), S. Sirlin (9), D. Ríos (11), F. Glinberg (12). F.I. L. Heffes (10), J. Luchansky (5). Entrenador: Patricio Neilan
PROGRESIÓN: 19-28, 22-20, 17-18, 26-13
ÁRBITROS: D. Rougier- L. Zalazar- R. Castillo
CANCHA: Gimnasio Víctor Barba- Vélez Sársfield
PÚBLICO: 1000 espectadores
FOTOGRAFÍA: Adrián Carranza- Prensa FeBAMBA
Cristian Cortés
“Comenzamos este proceso en febrero cuando estaba en México y Juani (González) se comunicó conmigo. De a poco me fui involucrando con el proyecto y lo culminamos con un broche de oro porque trabajamos muchísimo”.
“Tuvimos mucha intensidad y coraje porque nadie lo esperaba. Levantamos muchos partidos con todas en contra”.
Ante un marco estelar de espectadores, ambos equipos salieron con mucha intensidad a disputar el segundo juego, con una notable efectividad en lanzamientos, especialmente los dirigidos por Patricio Neilan, quien como una fotocopia del primer juego, rápidamente tomó ventajas en el marcador, aunque no logró ejercer una supremacía tan abrumadora como 72 horas antes. Pero se las ingenió para no dejarle jugar cómodo a Alejandro Pappalardi en la pintura, y una eficiente marca personal de Juan Ignacio Alzaga (nuevamente un gran cotejo del base) sobre Cortés le impidió a éste último conseguir tiros a distancia; encima las veces que pudo romper y penetrar en bandeja sus lanzamientos fueron ineficientes.
Hacoaj tuvo un trabajo parejo en la mayoría de sus hombres, sea desde el goleo, con Alvarez y Sirlin lastimando a distancia, como Diego Ríos y Federico Glinberg trabajando a destajo en las llaves, y mostrándose como dominadores. Por esa razón, neutralizando a su oponente logró comandar las acciones durante la mayor parte del juego en esa primera etapa, yéndose al descanso largo arriba por 7 (48-41).
Los del Norte debían sortear el estigma del tercer cuarto pasado, cuando Porteño asomó en toda su plenitud y lo pasó por arriba. Pero ese ítem lo cubrieron satisfactoriamente, incluso ganándolo por uno. A los habituales titulares, se sumó una interesante labor de Leandro Heffes, peleando los rebotes y anotando con lanzamientos de corta distancia, permitiéndole al entrenador dejar más de lo previsto en la banca a Glinberg, quien se cargó muy pronto de personales. En los del Oeste, Cortés comenzaba a evidenciar que sería nuevamente su noche, con mejor traslado y distribución de la pelota, adhiriéndole goleo, acompañado por Sebastián Morales.
Entraron al cuarto decisivo con los tigrenses dominando las acciones, hasta alejarse a once puntos, una constante en la mayoría del juego; pero Estudiantil dejó en claro que no le pesa correr de atrás, y lentamente fue limando las diferencias, con la aparición de un hombre que terminó resultando clave en el triunfo: Diego Abeledo. El ala pivot llegó al ultimo cuarto con tres puntos, arrancó el mismo con un triple y una entrada en bandeja que levantó a su hinchada, quien se dio cita en gran número esperanzada de poder ver al equipo alzarse con el título.
Junto al empuje de Abeledo, Pappalardi comenzó a ser dueño de los rebotes defensivos, Morales tomando segundas opciones, Del Peral conteniendo a Alvarez (aunque no logró anularlo como el jueves), Damelli administrando la base, y así soltarlo a Cortes para hacer de las suyas. Y Titi jugó en ese tramo de un modo que lo pone nuevamente en la vidriera del público metropolitano. Luego del empate en 74 tras un triple de Abeledo, Alzaga devolvió gentilezas, pero desde ese instante, restando minuto y medio, el ganador estableció un parcial 7-0 como un deja vu para Hacoaj. Triples de Cortes y Pappalardi (hasta ese momento, el pivot solo pudo convertir un tiro de cancha, bajo el aro), y locura en la tribuna de quien hacía de local. Restaban 30 segundos, todo parecía liquidado; pero Náutico, en una reacción acorde al gran torneo y cotejo realizado, quemó los cartuchos disponibles, con bombas de Alvarez (un certamen fantástico para el escolta) y Javier Luchansky. 83-80 y la incertidumbre nuevamente instalada en el gimnasio de Vélez.
Potenciada cuando Morales fue a la línea de libres restando doce segundos, marra ambos, y en la contra, nuevamente Alvarez lanza desde los 6,75; el balón literalmente sale de adentro, y en el rebote, Juan Ignacio Damelli recibe la falta con cuatro segundos por jugarse. Convierte el primero, y entonces sí, la locura se apodera de toda la gente de Porteño, conscientes ya que el trámite del cotejo era irreversible. Marra el segundo, la pelota la toma Alvarez y decide que ya todo estaba finiquitado. Final 84-80, Estudiantil Porteño se consagra campeón por primera en su historia, y como un hecho inédito en su currículum, accede a jugar un torneo nacional, el Federal, tercer eslabón del básquet argentino.
La emoción contenida por años de postergaciones en los mayores y la precoz de los jóvenes es soltada definitivamente y todos se unen en un solo racimo humano en medio de lágrimas y sonrisas. A un costado, cuerpo técnico y jugadores de Hacoaj esperan respetuosamente el momento donde recibirán la Copa como subcampeón, logro absolutamente merecido a quien fue uno de los grandes protagonistas, con un andar soberbio en el torneo.
Porteño da la vuelta olímpica y al pasar por la tribuna del vencido, recibe unos aplausos que enaltecen y dignifican al perdedor. Javier Ramírez, secretario de FeBAMBA, entrega el trofeo al capitán, Ignacio Del Peral y tras el corte de redes, continúan con los festejos prolongados hasta bien entrada la madrugada del lunes.
Culmina un Prefederal con grandes equipos, jugadores de gran experiencia y jerarquía, sorpresas y ratificaciones. Llegaron a la final los mejores desde vías distintas. El subcampeón con un trajinar sólido, dueño de un juego colectivo admirable, siempre primero en la fase regular, con series de playoffs cumpliendo los pronósticos previos. El vencedor, con vaivenes que lo llevaron al límite de la eliminación en cuartos, y desde allí, enhebrar seis victorias consecutivas, entre ellas los dos al clásico de la ciudad y con consecuencia directa, tumbar todas las candidaturas y erigirse como el justo campeón. Cortés fue el Jugador Más Valioso de las finales, acompañado por un grupo alternándose en el protagonismo, y logrando la química justa en el debido momento para la coronación. Su gente está rebosante de alegría, porque este título significa también el primero en sus vitrinas. Por eso la alegría infinita.
SÍNTESIS DEL PARTIDO:
ESTUDIANTIL PORTEÑO (84): C. Cortes (26), I. Del Peral (6), S. Morales (16), J. Sánchez (8), A. Pappalardi (10) F.I. D. Abeledo (11), J. Damelli (7). Entrenador: Juan I. González
NÁUTICO HACOAJ (80): J. Alzaga (14), S. Alvarez (19), S. Sirlin (9), D. Ríos (11), F. Glinberg (12). F.I. L. Heffes (10), J. Luchansky (5). Entrenador: Patricio Neilan
PROGRESIÓN: 19-28, 22-20, 17-18, 26-13
ÁRBITROS: D. Rougier- L. Zalazar- R. Castillo
CANCHA: Gimnasio Víctor Barba- Vélez Sársfield
PÚBLICO: 1000 espectadores
FOTOGRAFÍA: Adrián Carranza- Prensa FeBAMBA
Cristian Cortés
“Comenzamos este proceso en febrero cuando estaba en México y Juani (González) se comunicó conmigo. De a poco me fui involucrando con el proyecto y lo culminamos con un broche de oro porque trabajamos muchísimo”.
“Tuvimos mucha intensidad y coraje porque nadie lo esperaba. Levantamos muchos partidos con todas en contra”.
