Superliga Z1
Superliga Z2
Ascenso
                      
         
Provincial 46 22 2 24
CAOVA 45 21 3 24
Atalaya 43 19 5 24
Temperley 43 19 5 24
U. y Progreso 38 14 10 24
Newell´s 36 12 12 24
Regatas 36 12 12 24
Unión AS 35 11 13 24
Atlantic 32 8 16 24
Fisherton 32 8 16 24
Calzada 29 5 19 24
Ciclón 28 4 20 24
Saladillo 25 1 23 24
         
         
         
         
         
         
     
 
bordados
MG SANITARIOS
home
Noticias flecha Informacion General flecha EL ÚLTIMO GUERRERO
17/06/2017
Informacion General
EL ÚLTIMO GUERRERO
Se retiró Andrés Nocioni. El cariño de todos para el jugador del pueblo, Texto de David Ferrara.
escribe
imagen
“Lo dejé todo, no me queda nada”, explicó Andrés Nocioni un tiempo atrás cuando anunció su retiro una vez finalizada la temporada. Este viernes lo reiteró. En la tarde de ayer Valencia le ganó a Real Madrid, se coronó campeón de la Liga de España y se ocupó de que se concrete el adiós del alero galvense, que no pudo sumar el título a su formidable currículum.
Lejos del brillo y glamour que rodea a muchos de sus compañeros de selección o equipo, el Chapu siempre se ganó su lugar desde lo terrenal. No porque le faltara talento, sino porque su corazón y su coraje (por no decir huevos) son de tal magnitud que dejan en segundo plano la innata capacidad que posee para jugar al básquet.
Así como Prigioni fue durante largo rato el “administrador de egos” de la Generación Dorada, Nocioni fue el pegamento que unió a un grupo y a un equipo. Y lo hizo desde la sonrisa, la humildad extrema (al punto que no quería jugadas para él) y la simpleza del tipo de pueblo que es.
En Gálvez dirán que es de ellos, Santa Fe lo reclamará como propio y Pico peleará por ser su lugar de pertenencia. Pero el Chapu es de la gente, del pueblo. Lógicamente se admira a una estrella casi sobrehumana como Ginobili, se respeta a un fuera de serie como Scola, pero Nocioni tiene el gen que le permite al argentino identificarse con él plenamente. El Chapu se equivoca, se enoja, mete faltas fuertes, protesta, llora, pero va al frente como un caballo cuando todos se esconden, muestra su valentía cuando el talento no alcanza y termina por el piso si es necesario.
El más visceral de los dueños del oro olímpico supo dejar su huella en cada equipo que tocó y en cada compañero que tuvo, desde Ceci hasta la NBA. Fábrica de anécdotas, frontal y sincero, eligió naturalmente el segundo plano, como en aquel partido en Río de Janeiro cuando Manu Ginóbili recibió pelota, flashes y el merecido homenaje. Pero Chapu también se iba, y eligió decirlo en el vestuario, respetando por elección la envergadura de su compañero.
Su homenaje está en cada uno de los argentinos que pegaron el grito y cerraron el puño en sus intervenciones. Se despidió el último guerrero.
 
 
separa
separa
separa
volver