Las permanentes amenazas de jueces regordetes y panqueques parlantes, más el lamentable alejamiento de Roberto Pesalaccia golpearon nuestro ánimo, habitualmente jocoso, e incluso leer a un Lanfranchi enojado nos debe remitir a un análisis profundo del daño que le estamos haciendo al básquet. ¿Estaremos creando una generación de gente enojada que ni siquiera un premio fer (sí, así) play pueda arreglar? ¿Terminaremos desplazando a nuestra seductora presidenta del tribunal de disciplina por un ex juez de abdomen prominente importado de Cañada?

Quizás por eso decidí entrar en una época de amor y paz, donde con la producción procedimos a autocensurar algunas noticias. Ya no diremos que Panqueque sufrió una extraña lesión que le impidió jugar nuevamente ante su ex equipo, que tantos cheques le dio de manera desinteresada. Ya no diremos que en ese mismo estadio estuvieron a metros él y su primera víctima negra y no se dijeron nada a pesar de que todo el mundo los miraba. No se hablará que se televisaron sólo dos clubes a lo largo de la temporada (con sus respectivos adversarios).

Tampoco denunciaremos la indignación de los jugadores y entrenadores de un club donde la unión y el progreso son el principal estandarte y que debió jugar ante una de las instituciones más prestigiosas de la década del 80 en una cancha que se caía a pedazos y antirreglamentaria mientras en el gimnasio grande había una carrera de cucarachas organizada por Pepe Payaso y Ratontito.

Por eso cambiamos el foco de esta columna y apuntaremos a algo que muy bien definió Jorge Gómez Uría: “Devolverle al básquet lo que nos dio”.

Y como el básquet a mí no me dio nada (el que me da algo de plata de vez en cuando es Bloch y no pienso devolverle nada), decidí organizar un campus en serio, por el bien de nuestros chicos y grandes. El CAMPUS DE MOLTEN.

1-No habrá distinción de edad. Podrán participar jugadores, padres, madres (si son lindas mejor), hinchas y todos aquellos que quieran aprender.

2-Por un tema de costos y necesidades de las clases a dictarse los estadios elegidos para desarrollar las actividades son las canchas de Edison, Sportivo Constitución y Caova. Si en algún momento algún loco les coloca piso de madera, se procederá en Velocidad y Resistencia y Talleres de Villa Diego.

3-Las clases serán variadas y los horarios serán dados a conocer a la brevedad por el director rentado (Augusto Rentado). Ya hay compromisos de diferentes empresas para invertir en el campus aunque estamos averiguando como hacen para descargar impuesto o de última facturar un poco más para que alguien haga la diferencia.

4-Nicolás Fior ya dio su conformidad para la materia “correctivos varios y aleccionamiento de jóvenes”, tan relevante en el mundo de hoy donde reina la play station y el video juego.

5-Adriano Gianatti se comprometió para enseñar a “poner la patita”. Todavía no encontramos a nadie que dicte la clase “A bancársela después”. Por un razón lógica estos dos cursos tendrán sede en diferentes instituciones.

6-Si encontramos a Roberto Pesalaccia se le propondrá el taller literario para aprender a hacer descargos, especial para directivos y también jueces.

7- Las clases de periodismo serio se dictarán por turnos para que todos puedan hablar un rato al pedo y así no se pelean entre ellos ese grupo de chismosas.

8-En los recreos se creará una división para que por un lado puedan ir los que aman a Santinelli y por el otro los que no lo soportan. Lo mismo se hará con el caso Pio All. Quedará un patio cuadriculado, pero como el piso está hecho de mosaico no habrá problemas.

9-La dirigencia no se trata sólo de dar tiempo y dedicación a los clubes. También hay que manejar los nuevos códigos mediáticos. Por eso el mini enseñará a no perderse una foto.

En la próxima entrega continuaremos con el detalle de esta brillante idea de Molten que por razones de espacio no podemos ampliar hoy. Esperamos también el aporte de Lanfranchi, la columna de Bloch y obviamente los mensajes insultándome. Gracias. Paz y amor.